Economía

«La publicidad en internet no debe ser invasiva, porque así ni la miras»

El director general de Bocabajo A&D Comunicación asegura que el sector de la publicidad, tras el del ladrillo y el del automóvil, es el que más ha padecido el impacto de la crisis. Para combatirla, se ha lanzado al mundo de la franquicia, y no le va mal

el 27 mar 2010 / 21:20 h.

David Alva combina su actividad propia con la presidencia de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Sevilla (AJE).

-¿Cómo lucha una firma de publicidad como la suya contra la crisis?

-En Bocabajo A&D Comunicación hemos cambiado muchísimo, porque lo que valía hace dos años ya no y estamos creando una red de franquicias. Ya tenemos firmado Córdoba, Madrid y esperamos cerrar Valencia. El objetivo es abrir ocho este año. Con ello, ganamos capilaridad nacional y aportamos marca, valor añadido, know how, y nos aprovechamos de la crisis. Nos hemos dado cuenta de que si antes la gente que estaba en paro estaba poco cualificada, ahora están sin empleo personas muy preparadas, y a través de una franquicia pueden tener su propia empresa con muy poca estructura. El problema que hemos tenido ante la crisis ha sido justo el contrario. Teníamos una estructura muy grande y nos ha caído el volumen. Por ello, se pueden producir unas sinergias interesantes. Esto lo hemos logrado gracias a un sistema de calidad estricto, como la ISO 2001, y también por el control de CO2. Estamos a la última en nuevas tecnologías.

-¿Es difícil convencer al cliente de que la publicidad es una inversión y no un gasto?

-Siempre se ha visto así. La crisis nos ha golpeado como al resto del sector, pero nuestra gran ventaja es que estamos muy diferenciados porque somos pioneros en calidad. Al final, las empresas de alto valor añadido son las que siguen sobreviviendo.

-¿Cómo se enfrenta a las grandes firmas del sector?

-Las grandes van a volumen y Bocabajo, a optimización de recursos, del cliente y muestras. Ganamos volumen por capilaridad y esto se consigue con muchos vendedores, es decir, gente interesada en comprar nuestro producto o exponiéndolo.

-Su actividad ha dado un vuelco en los últimos años...

-Está cambiando a un ritmo brutal. Hace tres años éramos una agencia normal, que crecía a buen ritmo... Ahora estamos sufriendo la crisis de internet además de la económica. Antes había tres medios y la publicidad exterior. Ahora aparece un sistema complejo, sin reglas. Vivimos mucha incertidumbre. La publicidad en la red, aunque es residual, crece a un ritmo acelerado.

-¿Cómo lo ve a medio plazo?

-Todavía queda adaptarse y muchos de nuestros colaboradores, que son medios de comunicación, tienen que asentarse y ellos son los que nos van a dar la pauta a nosotros. Creo que el IPad le va a dar un vuelco a internet. Se podrá ver la televisión ahí, los anuncios... Hay cosas muy definidas, como las páginas web. Una vez que baje el precio de la publicidad en la red, será masiva.

-Son muchos los que dicen que aún no se consigue el impacto necesario...

-Se pierde bastante porque tenemos que evolucionar mucho. El usuario no tiene que buscar la información, sino al contrario. Lo que no se puede pretender es que cada vez que abra una página le claven un anuncio. Son las bases de datos las que tienen que empezar a sesgar la información. La publicidad en la red no puede ser invasiva, porque sólo buscas dónde cerrarla, ni la miras. Tiene que evolucionar hasta que sea el usuario el que la elija y esté dispuesto a pagar en tiempo por ello.

-¿Qué importancia cobran en este mundo las redes sociales?

-Fuimos la primera que ofertamos un pack de presencia en redes sociales. Es importante para determinadas empresas (no para todas) estar ahí, tener relación con su público objetivo. Hay que abandonar el concepto antiguo basado en sexo, edad, etcétera, porque ya los consumidores se agrupan por afinidades. En internet evolucionan los grupos. La publicidad indiscriminada se ha acabado salvo para la exterior. Internet no se puede pagar por impacto de gente indiscriminada, sino sobre impacto efectivo.

-¿Qué previsiones baraja para su empresa?

-En 2008 subimos la facturación un 7%. En 2009, nos cayó el 15%. En 2010 esperamos que crezca el 10%. A partir de 2011, esperamos crecimientos de los de antes, de un 20% o un 30%.

-¿Cómo ve el fin de la crisis?

-Siempre hay ganadores y perdedores. Hay que arar para cultivar. A los jóvenes nos abre posibilidades, pero hay que cambiar de mentalidad. Los empresarios somos los primeros que lo hemos hecho. Las agencias de publicidad han sido de las más afectadas, tras el ladrillo y el automóvil.

-¿Qué efectos ha tenido en su empresa?

-Nos ha caído la productividad y el margen muchísimo y al final es duro levantarte todas las mañanas sabiendo que no vas a dar beneficios y que lo que vas a hacer prácticamente es pagar deudas. Sabemos que nos queda un 2010 malo, pero bueno, siempre esperamos que haya luz al final del túnel. Hemos pasado de una etapa de expectativas que salían, a otra en que tenemos que comernos muchas. Hay que buscar nuevas oportunidades. La reestructuración ha sido muy dura. Primero, el cambio de ideas. Y luego, prescindir de trabajadores, y eso es lo más duro. La noche anterior no duermes. Todos los empresarios soñamos con decir que tenemos muchos empleados. La empresa no se mide en la facturación, sino en la gente que vive de ella. Ahora somos cinco, antes 11. Con la franquicia estamos volviendo a recuperarnos. Al final sale el sol.

El perfil. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por el Centro Andaluz de Estudios Empresariales y por la Universidad de Gales, David Alva se define como una persona "inquieta y pasional", que comenzó a trabajar con 14 años en la Feria de Sevilla, siempre sin dejar los estudios. "He compatibilizado las dos cosas, incluso ahora. Lo último que hecho es el programa de habilidades de dirección de ESIC". Antes de ser empresario, trabajó en "casi todo". De camarero, descargando camiones, en limpieza, de monitor en una escuela de vela, "porque los estudios me los pagué así". El también presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Sevilla montó la primera firma con un par de amigos y más adelante, Bocabajo A&B Comunicación y ADÑ, de comunicación científica y marketing.

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