El decreto-ley que hoy tiene previsto aprobar el Gobierno andaluz tampoco cuenta con un pacto político. Hasta ayer por la mañana en el PSOE-A consideraban que el acuerdo estaba "prácticamente cerrado" con el PP, ya que defienden que habían asumido "un 90%" de sus reivindicaciones. Pero el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, se desmarcó de ese optimismo y aseguró, a Europa Press, que los últimos contactos hacían que esté "lejos" el acuerdo aunque siga el diálogo.
Fuentes socialistas y populares coincidieron en subrayar que son tres las propuestas clave que el PP ha puesto sobre la mesa. Dos se aceptan y se podrían incluir en el decreto. Una referida a reforzar las incompatibilidades: los diputados autonómicos no podrán sentarse en el consejo de administración ni en la comisión de control de una caja. Otra iría dirigida a aclarar que los cambios en la ley se han hecho ad hoc para Unicajasur y no regirán para fusiones posteriores.
La tercera condición, referida al reparto de sillones en los órganos de dirección, bloquea el acuerdo. Los socialistas se quejan de que los populares presionan para exigir más representantes. Según fuentes del PP, lo que proponen es que los miembros que elijen las Diputaciones respeten la proporcionalidad política, como ya ocurre con los representantes en las cajas del Parlamento y de los ayuntamientos. Eso evitaría que, como ocurre ahora, un pacto PSOE-IU deje fuera a los populares al designar el cupo de las Diputaciones.
IU no remitió hasta bien entrada la tarde sus propuestas. Retraso que atribuyó a un "malentendido". Exigen que la reforma garantice que cualquier partido con al menos el 5% de votos en las elecciones autonómicas (lo mínimo exigible para constituir grupo en la Cámara) tenga representación en las cajas. Cambio que le permitiría a IU blindar sus sillones.
