Los socialistas andaluces dieron un caluroso recibimiento al ministro del Interior, que liderará la lista al Congreso por Cádiz. Chaves destacó que Rubalcaba, catedrático de Química, tiene "una química especial con los ciudadanos. Alfonso Perales, dijo, no hubiera pensado en nadie mejor que "su amigo Fredi" para sustituirle.
A Rubalcaba le ha costado mucho dejar su tierra, Cantabria, para embarcarse en la aventura de liderar la lista del PSOE por Cádiz. Aquí su marca es más necesaria porque la provincia gaditana es una de las que Ferraz ha marcado en rojo. Reeditar los seis escaños que logró en marzo de 2004 el fallecido Alfonso Perales es un reto y una llave más para que Zapatero se quede en La Moncloa.
Si Perales siguiera aquí, murió hace un año víctima de un cáncer fulminante, Rubalcaba seguiría en Cantabria. Ambos eran amigos y confidentes en el exilio madrileño y eso ha sido clave en la decisión del ministro. Por eso el acto de ayer en el Palacio de Congresos de Cádiz junto a 1.200 simpatizantes y con la presencia de Rodríguez Zapatero fue algo más que un simple mitin.
Fue un "mitin interactivo", en palabras de Rubalcaba, porque el público no dejó de jalearle y decirle cosas. Desembarcó convencido de que puede "hacer cosas por Cádiz, los gaditanos y las gaditanas" y se comprometió a arrimar el hombro para hacer de esta provincia andaluza, unas de las más castigadas por el paro, "un lugar mejor". El ministro aseguró que su candidatura es especial porque "sucediendo a Perales de algún modo le continúo y por eso es excepcional".
El presidente de la Junta también se mostró especialmente cariñoso y "orgulloso". Del candidato cunero elogió su "honestidad" y "calidad política". "Es el hombre que mejor representa el esfuerzo de la lucha contra el terrorismo, trabajando por la unidad de los demócratas", agregó. Para anular las críticas de la oposición, Chaves aseguró que "el socialismo no tiene fronteras". "Todos los andaluces trabajaremos por Cantabria y todos los de allí por Cádiz".
Zapatero también tomó la palabra y retó al líder del PP, Mariano Rajoy, a aceptar un debate cara a cara "esta vez". En las elecciones de 2004 no lo tuvieron. No fue el único careo que promovió el presidente. Le gustaría ver a Rubalcaba frente al secretario general del PP, Ángel Acebes, y la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega frente a Eduardo Zaplana. "Para que un equipo tenga éxito no sólo es importante el capitán, sino también todo el grupo" concluyó Zapatero orgulloso de los miembros de su Gobierno. Aquel que Rajoy denostó asegurando que "haría 50 mejores".
