La designación del nuevo presidente de Caja Madrid ha entrado en su "fase final", en la que el líder del PP, Mariano Rajoy, apuesta por colocar a Rodrigo Rato por su "reputación y prestigio dentro y fuera" del panorama nacional. Pero no está todo decidido.
El líder de los populares y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se reunieron el pasado jueves en la sede de Génova -confirmaron a Efe fuentes del partido- para intentar resolver el dilema que se cierne sobre la cuarta entidad financiera española: Ignacio González, número dos de Aguirre en el Gobierno madrileño, o Rato.
Mientras el PP aplaca sus dudas, el Gobierno y el PSOE asisten a esta "fase final" de la designación del sucesor de Miguel Blesa sin candidato oficial, pero con algunas nociones inequívocas sobre el currículum del elegido: un profesional con experiencia en el sector financiero, tal y como afirmó la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
Los argumentos que manejan el Gobierno y Mariano Rajoy son prácticamente los mismos: quien presida Caja Madrid ha de ser una personalidad financiera de prestigio y reputación nacional e internacional, fiable, con contactos de envergadura en el sector, más técnico que político.
González no encajaría en ese perfil, pero Rato sí cuadraría, y eso Rajoy lo tiene muy claro desde hace tiempo. Incluso el presidente del PP habló a mediados del mes pasado con el que fuera su compañero en los Gobiernos de José María Aznar -y gran rival en la sucesión del ex presidente- para concretarle la oferta. Rato le comunicó que estaba dispuesto a aceptarla.
Rajoy entonces se lo transmitió a Aguirre en el viaje a Copenhague para defender a Madrid como sede olímpica y parece ser, por lo que apuntan las fuentes, que la presidenta no se mostró muy renuente. De hecho, Aguirre, con quien Rato tiene buena sintonía, y viceversa, habló elogiosamente del ex ministro hace dos meses.
Pero la semana pasada se desviaron los acontecimientos previstos: primero sonó el nombre del ex secretario de Estado de Economía Luis De Guindos y al final, avalado además por el Gobierno madrileño y supuestamente por PSM e IU, el de Ignacio González.
El presidente del PP, ante la propuesta aparentemente firme de Aguirre, guardó silencio, ya que tuvo que hacer frente al debate presupuestario, pero luego la llamó a su despacho para dejarle claro que Rato habría de ser el presidente de Caja Madrid.