El Puerto ya ha trazado las líneas maestras de lo que será la avenida de La Raza en un futuro. Una vez liberados 167.733 metros cuadrados de antiguo uso portuario, la Autoridad estatal venderá esos suelos para que se construyan bloques de oficinas que no superarán las once plantas.
El plan especial de La Raza -que así es como técnicamente se llama- está ya en manos de la Gerencia de Urbanismo, el órgano competente para darle el visto bueno y con ello la autorización al Puerto de Sevilla para que acometa una de las operaciones de mayor calado de los últimos años.
No en vano, la liberación de los 167.773 metros cuadrados en los que se proponen usos diferentes a los portuarios va a inyectar 100 millones de euros a las arcas del Puerto, dinero con el que éste liquidará el crédito suscrito con el Banco Europeo de Inversiones para financiar la faraónica obra de la esclusa.
Esta valoración de los terrenos es antigua, como ya ha reconocido el presidente del Puerto, Manuel Fernández, en más de una ocasión. El precio, por tanto, podría variar y queda saber si la crisis económica -especialmente del sector de la construcción- va a tirar a la baja las expectativas de negocio.
El diseño básico con el que cuenta la Gerencia de Urbanismo prevé la construcción de una hilera de bloques, con una altura máxima de once plantas y tres de aparcamientos, en los que cabrían desde comercios y restaurantes a empresas de servicios avanzados o de "actividades económicas emergentes", caso de las nuevas tecnologías -tal y como se recoge en la ficha del Plan General de Ordenación Urbana en la que se fija la nueva ordenación de La Raza-.
No obstante y aunque explicado de manera muy rimbombante, el plan del Puerto señala que con estas alturas "se induce un diseño de volúmenes que favorezca la creación de una fachada al río sin perder la necesaria permeabilidad de la ciudad que se levanta a sus espaldas". No serán estos bloques lo único que dará un nuevo aspecto a la avenida herencia de la Exposición de 1929, trazada en paralelo a la dársena y que constituye el límite que separa los terrenos de usos portuario -"Precisamente esta condición de frontera ha favorecido el mantenimiento de usos inciertos, mezclando solares, naves de almacenaje, comercios y dotaciones, explica el Puerto en el documento remitido a Urbanismo-.
Intercaladas entre los edificios, habrá plazas públicas y espacios semiprivados que den "vida y diversidad a los basamentos de las manzanas". Uno de los apartados esenciales en la reordenación de La Raza es la construcción de aparcamientos. En total, habrá 3.405 plazas de garaje en subterráneo y 715, en superficie. Pero en cuestión de movilidad también se prevé la construcción de un carril bici a lo largo de toda la avenida que conecte por el norte con el carril del Muelle de las Delicias (recientemente inagurado) y por el sur con la vía verde Sevilla-Los Palacios.
La intención del Puerto es sacar a concurso cuanto antes las 13 parcelas en las que se ha fragmentado la superficie afectada. Todo el suelo no será conquistado por el ladrillo. Hay metros cuadrados para todo: para dotaciones deportivas y espacios libres, por ejemplo. Y no todo lo que se edifique será para negocios. Hay Suelo de Interés Público y Social (SIPS) en el que caben usos públicos y dotacionales.