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Cultura

«La razón puede ser una forma de enfrentarse a la visceralidad»

Narradora y traductora, Pilar Adón da una alegría a sus lectores cada vez que publica un nuevo poemario. Recientemente presentó en Sevilla el último, titulado ‘Mente animal’ y editado por el sello cordobés La Bella Varsovia.

el 28 jul 2014 / 11:42 h.

15956896 Los notables méritos de Pilar Adón como narradora y traductora no han logrado eclipsar su verdadera condición literaria, la de poeta. Tras darse a conocer con Con nubes y animales y fantasmas, confirmó las buenas expectativas con De la mano iremos al bosque y La hija del cazador, y ahora exhibe una gozosa madurez con Mente animal (La Bella Varsovia), que presentó recientemente en la librería sevillana Birlibirloque. Cuatro libros en ocho años hablan de una autora de cocina lenta. «Me gusta escribir despacio, corregir, sacar mi faceta más perfeccionista», admite. «En una lectura rápida mis poemas pueden parecer directos, porque no parecen complicados ni de estilo ni de fondo, pero esa es precisamente una de las características que busco: que el lector se identifique con el texto de manera directa. Y no es fácil de conseguir», añade. Por otro lado, Adón (Madrid, 1971) desvela que sus poemas «siempre parten de una visión, de un estado de ánimo, de una inspiración, una sensación interna que se mantiene durante mucho tiempo. Esa pulsión te lleva a una especie de verborrea, pero mientras escribía Mente animal hice una novela con la misma visión. Puede parecer casi una grafomanía, pero cuando acabo sé que me toca pulir palabras, versos y poemas enteros... Te aseguro que es un proceso bastante torturador», afirma. «Eso sí, una vez has dicho ‘esto es buenísimo’ o ‘esto es muy malo’, lo más sano es no volver», recomienda, y agrega a renglón seguido: «Esa es mi técnica: borrar sin piedad». Así es como logra escribir versos redondos como estos: Quedará lo que no tiene sentido ni razón ni fin / lo que no se puede proteger / y lo que no se puede destruir... Sobre este nuevo poemario en concreto, Pilar Adón comenta que «Mente animal es el paisaje animal, externo, de la Naturaleza, enfrentado a ese paisaje ideal que nos quieren vender. Hay una manera muy Disney de idealizar la Naturaleza, como un ente benévolo, pero a mí me interesa explorar su lado salvaje», comenta la escritora, que sabe de lo que habla, ya que es experta en Derecho medioambiental. ¿Y la mente, qué papel juega en ese enfoque?, cabría preguntarse. la poeta responde: «Hay mucho de querer racionalizar en este poemario. Siento que cuando empezaba a escribir tendía a hacer una poesía muy descriptiva, tal vez por miedo a meter mucha biografía. En cambio, ese pudor se ha ido disolviendo», asevera. Y a la vez, por paradójico que resulte, ese afán racionalizador no está reñido con las emociones, que afloran a lo largo y ancho de estas páginas. «Sí, he intentado usar algo parecido a un periscopio hacia dentro», dice la autora. «Comprender cosas que he vivido, que forman parte de mi experiencia y de mi edad. En este sentido, la razón puede ser una forma de enfrentarse a la visceralidad. Si me hubiera dejado llevar por ésta, me habría salido un poemario desgarrador, sangrante. Es visceral solo hasta cierto punto, pero sabía que tenía que controlar. Recordaba aquello que decía Bioy Casares, que corregir es co-regir, es co-gobernar. No le puedes ofrecer al lector lo que escupes», añade. Cuando más duda Adón es a la hora de señalar sus influencias. Deja caer los nombres de Alejandra Pizarnik, Anne Sexton, Sylvia Plath, Virginia Woolf... Pero al final termina reconociendo que uno de su referentes es «mi madre, por las cosas que me ha contado, y que están ahí, que es la vivencia de una generación. Al final, todo lo que vives y lees te deja un poso», apostilla.

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