El Aljarafe no se salva de la mala coyuntura económica. Con los pies en la tierra, el presidente de la Asociación Empresarial del Aljarafe (AEA), Eduardo Lancha, que suple en el cargo a Ramón Iglesias, alertó de que la recesión "irá a más tras el verano"y puede dejar con falta de liquidez a empresas y, sobre todo, a ayuntamientos que "basaron su riqueza en la construcción".
La palabra crisis fue la más pronunciada en la asamblea general ordinaria que celebró ayer en el Hotel Alcora la Asociación Empresarial del Aljarafe, en la que aprobó por unanimidad las cuentas de 2007 y los presupuestos de este año que, casualmente, también se vieron afectados por la desaceleración, ya que se incrementarán sólo en mil euros.
La asamblea también registró el relevo en la presidencia. Eduardo Lancha sustituye a Ramón Iglesias, que pasará a la vicepresidencia de la asociación. En su primera intervención, dejó claro que confía en que las empresas aljarafeñas "salgan fortalecidas tras una situación económica" que, a su juicio, "irá a más tras la parálisis de actividad que habrá en verano". Esto hará que a partir del otoño se pase de la recesión económica a "la falta de liquidez que puede colapsar el sector económico si no actúan rápido los agentes implicados: los poderes públicos y la banca".
En esta previsión tan desalentadora, Lancha puso a los ayuntamientos del Aljarafe en primera línea de batalla, ya que son entidades que "han sobredimensionado sus plantillas y sus servicios a costa del rendimiento del sector inmobiliario y de la construcción". Por ello, no le resulta extraño que ayuntamientos como el de Valencina de la Concepción, hayan comenzado a reducir el número de sus empleados, mientras que otros consistorios proceden a disminuir el número de personal eventual.
Lancha asumió la presidencia con la idea de potenciar los programas de becarios, así como internacionalizar los productos de las entidades aljarafeñas no sólo con cursos, sino con viajes "una o dos veces al año" a lugares de economía emergente. Igualmente, defendió una mayor relación con el tejido cultural y social de la comarca y ampliar las actuaciones en materia de responsabilidad social corporativa.
