Kirby y sus colegas se ven sorprendidos en su paseo por un incidente que tiene como protagonista un barco que navega por el aire, sin rumbo y perdiendo piezas. Deciden adentrarse en el interior de la nave para ver qué es lo que ha ocurrido. En el interior, un solo ocupante le pide ayuda a Kirby y su pandilla para intentar recuperar las piezas y prosegir la marcha. La mejor ayuda que podría recibirse a la hora de poder paliar los daños en la embarcación no es un servicio de asistencia, ni una agencia de seguros. Son Kirby y sus amigos. Un compromiso de solidaridad y ayuda con el capitán de la nave que sirve de inicio para adentrarse en los siete mundos mágicos que esconde el juego.
Pero ninguna aventura que esté ligada a Kirby es fácil. Un paseo plataformero lleno de sorpresas en busca de las cinco piezas y más de un centenar de rodamientos de energía en unos niveles donde no faltan los jefes finales, minijuegos y portales dimensionales. El verdadero Kirby se ve en las habilidades que lo han hecho conocido. La capacidad de absorber, tragar, escupir, flotar y lanzar proyectiles se ha visto reforzada con los superpoderes de absorción. Unos poderes divertidos y versátiles en formas de rayo, erizo púa, bomba o Ninja, adaptándose todos ellos camaleónicamente al hábitat del escenario.
También, con solo agitar el mando de la Wii se podrán absorber a los enemigos y elementos más grandes del escenario para escupirlos en forma de estrella devastadora. Una estrella que todo lo arrasa y que abre otro de los grandes logros del juego: las super habilidades de Kirby.Por un tiempo limitado, Kirby puede convertirse en una gran bola de nieve que todo lo arrasa, invocar a un dragón para quemar a los enemigos o tener una espada enorme que limpia de enemigos el camino dentro de unos escenarios que sufren un efecto lumínico sorprendente. El juego mantiene una balanza bien equilibrada en su dificultad y gracias a la linealidad de las plataformas, la celeridad de ritmo que adquiere el paso por los niveles se hace más llevadera y práctica.El modo cooperativo para cuatro jugadores lo engrandece aún más. Cada uno de los jugadores podrá salir y entrar de la partida en cualquier momento durante el juego, eso sí, quitándole una vida a la bola rosada.La compañía tiene muy claro que sus personajes son de largo recorrido y con una capacidad de aguante que perdura por el paso de generaciones de jugadores. Son títulos e iconos que pudieran haber pasado desapercibidos antaño, pero por fe y creencia, todo puede desempolvarse y ponerlo otra vez en el escaparate. Una bendita segunda oportunidad que están dando las portátiles de la casa (DS,3DS) y la consola de sobremesa (Wii).
En el pasado E3 y a cuatro meses de su estreno, este título carecía de nombre en el mercado y coloquialmente se le bautizó como Kirby Expósito. Una vez probada su jugabilidad lo más lógico y comprensible por parte de los de Kyoto es que la bola rosada fuera bautizada con el nombre del clásico que maravilló en el 92.
Wii ha contado con dos estrenos de altura con Kirby como protagonista el pasado año. Dos juegos diferentes, pero con una misma filosofía en su profundidad e intentar compararlos es una osadía. El derroche de creatividad y originalidad que se mostró en la mercería virtual de Kirby Epic Yarn supuso recuperar un icono fetiche que continuamente se veía eclipsado por otros personajes de la compañía, pero con Kirby's Adventure se ha conseguido recuperar la tradición plataformera de jugabilidad de toda la vida.
