Había la impresión de que el verano iba a ser un poco más duro que los anteriores para los hoteles sevillanos. Un año más de crisis, un año más de apretarse el cinturón y un año más de caída del turismo nacional hacían presagiar un cóctel complicado para el sector. Sin embargo, los establecimientos hoteleros sevillanos han logrado llenar en los meses de julio y agosto la mitad de sus habitaciones, mejorando en unas pocas décimas algo imperceptible la ocupación media de sus hoteles hasta alcanzar un nivel del 50,4% frente al 49,7% del verano del año 2012. La Asociación de Hoteles de Sevilla concluye, tras sondear a más de cincuenta establecimientos, que en julio el comportamiento fue ligeramente peor que el año pasado, con un lleno del 47,9% frente al 48,2% que se obtuvo en julio de 2012, y también que el mes de agosto, cuando la ocupación se elevó al 53% de media fue algo mejor que en 2012 (51,2%). Lo que sí deja claro la patronal hotelera es que de estos datos se extrae que los repuntes de mejora en el sector del turismo no han repercutido en la oferta hotelera, por lo que no sabemos qué tipo de alojamiento se ha utilizado. Santiago Padilla, gerente de los hoteleros, partiendo de la base de que el verano no es precisamente la temporada fuerte para Sevilla y su provincia, incide no obstante, en que este año el factor precio y rentabilidad se han resentido y como nuevo obstáculo, el auge de una oferta de alojamiento extrahotelero, apostilla. Uno de los problemas que también pasa factura a la capital es la abultada caída que han sufrido algunos de los mercados emisores tradicionales de verano como son el italiano y el portugués, que aportaban pernoctaciones a Sevilla en estas fechas. Pero además hay que sumar el descenso, sin visos aún de recuperación, de los turistas nacionales, de los que también se nutre la capital en cortas escapadas aprovechando el paso entre varios destinos. Por si fuera poco, precisa Padilla, se agrega que la situación de nuestro mercado de proximidad como es Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía es peor que en otras comunidades del norte. Y aunque considera que Sevilla ha consolidado una interesante oferta cultural para el verano, con iniciativas como los conciertos en el Alcázar o en la Buhaira, las esperanzas están puestas en que la economía remonte y el turista español vuelva a viajar.