Las obras se han adueñado en los últimos meses del centro sanitario Utrera Norte, rotulado con el nombre de Príncipe de Asturias. Actualmente, se encuentran en ejecución diversas mejoras, cuya primera fase está previsto que finalice en los próximos días. Tal y como explicó la directora del ambulatorio, Purificación Ricca, se está “a la espera de la recepción de las citadas instalaciones, prevista para esta semana”. En esta fase se ha remodelado la antigua parte de Urgencias, debido a que este servicio se cubre ya en el Centro Hospitalario de Alta Resolución (CHAR). Tras estos trabajos, en la zona remodelada se ubicará la zona de enfermería para llevar a cabo las extracciones, las curas e inyectables, además de una pequeña sala de observación por si se produjera una urgencia o semiurgencia.
Por otro lado, en la parte destinada a la dirección y administración, ubicada en la primera plata, también están a punto de concluir los trabajos de reforma. Finalmente, el apartado de rayos X y rehabilitación también están siendo remodelados. “Están ya en marcha y se culminarán en la segunda quincena del mes”, explicó Purificación Ricca.
A partir de entonces, dará comienzo la segunda de las ocho fases previstas, con el arreglo de las consultas. La estimación de la dirección del ambulatorio es que el proyecto sea una realidad en el mes de junio. Estos trabajos están planteados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), cuentan con una inversión de 983.000 euros, y afectan a menos del 25% de la superficie útil.
Así, la actuación en la planta baja se realiza sobre 160,71 metros cuadrados de superficie útil y en la planta alta, sobre 119,85 metros cuadrados. El proyecto también incluye la ejecución de actuaciones sobre la climatización y la iluminación del edificio. Para llevar a cabo las reparaciones necesarias, la propuesta consiste en demoler el falso techo del edificio e instalar conductos nuevos de climatización, además de sustituir los equipos de climatización y las luminarias.
El director del Distrito Sanitario Sevilla-Sur –al que pertenece Utrera–, Miguel Sanz, explicó que los trabajos pasan por instalar un sistema de producción de ACS, con paneles solares; y sustituir el aplacado existente en la fachada del edificio por uno porcelánico, que contribuye a un ahorro energético de entre un 20 y un 30% al producir una cámara de aire de ambiente intermedio entre el interior y el exterior. También se incluye el cambio de las escaleras de evacuación en caso de incendios, situada en la cubierta por otra abatible y algunas de las carpinterías por su mal estado. Por último, se colocarán barandillas de protección perimetrales en ambas cubiertas.Los trabajos se dividen en ocho fases para conseguir que el funcionamiento del centro se vea alterado lo menos posible. Según explico Miguel Sanz, “en la zona afectada por las labores es obligatorio el cierre temporal hasta su finalización, y durante ese periodo los servicios que se prestan son trasladados a otra zona”.
El ambulatorio tiene una plantilla de 76 trabajadores: 18 médicos de familia –cuatro de ellos, de refuerzo–, cuatro pediatras, 17 enfermeros –tres de apoyo– , ocho auxiliares de enfermería, nueve auxiliares administrativos, tres celadores, dos fisioterapeutas, dos técnicos especialistas en radiodiagnóstico, dos matronas, un odontólogo, dos veterinarios de salud pública, dos farmacéuticos de salud pública, cinco limpiadoras y una enfermera gestora.
