Menú
Cultura

«La religión no ha podido responder todas las preguntas del ser humano»

El escritor egipcio Youssef Ziedan presentó en la Fundación Tres Culturas su novela ‘Azazel’, que analiza el surgimiento de la Iglesia como institución de poder en la Antigüedad remota.

el 12 mar 2014 / 23:40 h.

TAGS:

Youssef Ziedan, uno de los grandes escritores del panorama egipcio actual. Youssef Ziedan, uno de los grandes escritores del panorama egipcio actual. Con medio centenar de libros en su haber, Youssef Ziedan (Suhag, 1958) es uno de los grandes escritores egipcios vivos. Pero ninguno de sus libros causó tanto revuelo –ni le deparó tantos premios– como el que presentó ayer en la Fundación Tres Culturas de Sevilla, Azazel, que acaba de ver la luz en el sello Turner. Una indagación en los orígenes de la Iglesia desde una óptica poco ortodoxa, marcada por la imposición violenta y la lucha por el poder, que tiene al patriarca Cirilo –san Cirilo para los fieles– como incitador del linchamiento de Hipatia deAlejandría en el Egipto preislámico. La obra, reconocida con el prestigioso Prize of Arabic Fiction en 2009, le valió también una demanda de ciertos sectores coptos de su país, que a punto estuvo de costarle la cárcel. «El problema es que este periodo estaba completamente olvidado, especialmente por el pensamiento árabe contemporáneo», explica el autor. «La separación de las iglesias y la situación en que quedaron los individuos en ese tiempo no eran temas que interesaran, pero abordarlo además desde una óptica sufí, mezclando la imaginación con elementos históricos de gran precisión y veracidad, y conservando la expresividad y sofisticación de la lengua árabe, llamó la atención de algunos miembros de la iglesia copta. Al final, la demanda se perdió, pero mi novela sigue viva», dice. Una de las cuestiones delicadas que trata Ziedan es la religión no como revelación, sino como construcción, aunque él asegura que «observo las dos cosas, pero pongo énfasis en el aspecto humano. El ser humano necesita la religión porque busca respuestas a las preguntas esenciales, pero la religión no ha podido responder a todas. Y sin embargo, sigue necesitando una unidad superior que le permita imaginar el cosmos, pues de lo contrario se volvería loco», asevera. Por otra parte, el protagonista de su novela, Hipa, es testigo perplejo de las atrocidades cometidas en nombre de Dios, y al mismo tiempo se siente vacilar ante los dictados de castidad de su fe, lo que hace de él un personaje barnizado de modernidad sostenido por una trama histórica impecable, que acaba entonando un clamoroso canto a la tolerancia. Cuando se le pregunta si el sufismo ha quedado yugulado en el mundo árabo-musulmán por el islamismo político moderno, Ziedan, que a la sazón ha sido director del Centro de Manuscritos de la Bibliotheca Alexandrina y activo columnista en prensa, considera que «son totamente contrapuestos. El sufismo no juega un papel político, a menos que la comunidad esté en peligro. Pero nunca entra en la lucha de poder. El islamismo, en cambio, contempla la posibilidad de matar en nombre de la religión a sus oponentes. Desde una óptica sufí, cualquier persona es por definición buena. La fe es un secreto que existe entre la persona y Dios, y jamás puede conducir a algún tipo de violencia», concluye.

  • 1