El puente de la Barqueta se colapsa todos los días.
Aunque todavía hay algunos detalles más por cerrar, lo que sí se ha decidido ya es que por el Camino de los Descubrimientos sólo se podrá circular en dirección desde la Escuela de Ingenieros hacia el monasterio de Santa María de las Cuevas, de manera que Américo Vespucio irá en sentido contrario: del World Trade Center hasta la Facultad de Ciencias de la Comunicación.Así lo recoge el plan de movilidad que ultima la Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla y que ayer presentó al Círculo de Empresarios de Cartuja 93, que plantea una profunda remodelación en estas avenidas principales, lo que permitirá colocar todas las bandas de aparcamiento en batería. Los cálculos apuntan a que por cada plaza en cordón se crean 2,5 en batería, lo que explica que así surjan hasta 1.000 estacionamientos más. Los otros 1.000 aparcamientos se acondicionarán en la bancada existente junto al antiguo apeadero del AVE en la Cartuja, que se remodelará para su uso por la línea de Cercanías.Estas plazas se consideran suficientes para afrontar las necesidades de la isla, en la que se calcula que cada día entran y salen 5.500 vehículos. Según los últimos datos que presentó Cartuja 93, sólo en el parque trabajan 13.754 personas en 344 entidades.
Al margen de plazas de aparcamiento, el principal problema en Cartuja es que el grueso de estas salidas y entradas se produce a horas, con los consiguientes bloqueos de puntos como el Alamillo, la salida hacia la A-49 y, sobre todo, la Barqueta. Para intentar sobre todo suavizar los atascos que se producen en este puente, otra de las claves del plan de movilidad desviar tráfico hacia la pasarela de Cartuja, lo que obligará a acometer una conexión que permita enlazar este puente (muy poco utilizado) con la calle Torneo. Esta obra tiene su complejidad, ya que hay que acometerla alterando lo menos posible el carril bus y el de bicis de la zona.
Esta conexión dará más fluidez a la zona, pero aún así todavía hay que afrontar otros problemas, aunque uno de ellos es coyuntural: las obras de la Torre Pelli que acomete Cajasol. La cuestión no es menor, ya que por aquí circulan al día del orden de 50 camiones y cada uno realiza una media de 10 viajes. Aquí no hay mucha vuelta de hoja: la responsable de los trabajos tendrá que buscar ahora un itinerario alternativo por el cambio de sentido del Camino de los Descubrimientos.
La otra gran cuestión pendiente sí es más delicada, y no es otra que la implantación de la zona azul en la isla. Aquí es donde las posturas de Ayuntamiento y empresarios han estado más distantes hasta la fecha, ya que éstos abogan por retrasar la implantación del sistema de pago por aparcar hasta que los trabajadores del parque tengan a su disposición un sistema de transporte alternativo.
Esto último tiene el nombre propio del Cercanías, que en teoría debería estar operativo en el primer semestre de 2011. La idea entonces era retrasar la zona azul hasta este momento, lo que choca frontalmente con las intenciones del Ayuntamiento que, a cambio, ha ofrecido la creación de más plazas de aparcamiento de las inicialmente previstas.
Con estas premisas sobre la mesa, las posturas están ahora bastante cercanas, aunque tras la reunión de ayer se ha abierto un plazo para que cada parte estudie las alegaciones de la otra. Lo que sí se ha dejado claro es que la reordenación se acometerá por fases conforme vayan acabando a lo largo de este año las obras del Plan Proteja, que se acometen simultáneamente en varios puntos de la Cartuja.
Todos estos trabajos son además independientes de las otras reclamaciones que mantiene la isla, como que más adelante el Cercanías se prolongue por toda la Cartuja, tenga una parada en Torre Triana y enlace con la parada del Metro en Blas Infante. Paralelamente, Cartuja 93 viene reclamando la construcción de una pasarela elevada sobre la avenida de Carlos III, para así unir el apeadero (y los nuevos aparcamientos que se habiliten) con el recinto tecnológico.
