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La reprobación de Duran i Lleida deriva en una gran bronca electoral

El Parlamento afea la ofensa del nacionalista catalán, pero son las palabras de Ana Mato las que acaparan el debate

el 27 oct 2011 / 18:11 h.

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El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en la sesión de control al Gobierno.

La reprobación del portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, derivó ayer en una gran bronca electoral. Pese a que el Parlamento aprobó por unanimidad censurar la "ofensa" del nacionalista catalán -que criticó que los agricultores andaluces cobran el PER mientras están en el bar-, el clima de precampaña empañó el consenso y sólo afloraron los golpes bajos. Socialistas y populares se reprocharon mutuamente los "insultos" de sus compañeros de filas a Andalucía y, especialmente, el PSOE cargó contra las recientes palabras de la vicesecretaria del PP Ana Mato, quien aseguró que en la comunidad se han visto niños en los periódicos "que están en el suelo en las escuelas".


Para la secretaria de Organización socialista, Susana Díaz, el comentario de Mato, que está "obsesionada" con la educación andaluza -en 2008 dijo que los niños andaluces son "prácticamente analfabetos"-, iguala a la "derecha centralista con la derecha catalana". "Las dos atacan a esta tierra para ganar un puñado de votos", señaló Díaz tras repasar otras descalificaciones del PP, como el "acento de chiste de Magdalena Álvarez", suscrito por Montserrat Nebrera, o las "pitas, pitas" de Esperanza Aguirre. La portavoz del PP en la Cámara, Esperanza Oña, consideró "impresentable" comparar a Duran i Lleida con Ana Mato porque el primero "ha atacado" a los andaluces, mientras que la segunda, "habrá podido estar más o menos acertada con el ejemplo, pero ha criticado la gestión de la Junta y del PSOE". Oña, que protagonizó uno de sus mejores debates y se llevó la ovación de la bancada popular, preguntó a los socialistas: "¿Quién ofende más a Andalucía, Ana Mato o ustedes, que dejan una comunidad con más de un millón de parados".


La alcaldesa de Fuengirola acusó al PSOE de tener una "memoria histórica sesgada" y de "callar cobardemente" cuando el expresidente catalán, Pascual Maragall, dijo que los catalanes "no tienen por qué pagar el subsidio de los agricultores andaluces" o cuando la senadora por Jaén, Adoración Quesada, dudó de que en Andalucía haya tanto paro. En la competición por ver quién ha hecho más daño a Andalucía, la número dos del PSOE andaluz aseguró que el PP "lleva en su ADN esa imagen triste" de la comunidad y que la "peor ofensa" es cada vez que Javier Arenas, líder del PP, habla de Andalucía como "el vagón de cola".


Las dos portavoces entraron de lleno en sus respectivas estrategias de campaña. Susana Díaz insinuó que Mariano Rajoy eliminará el PER si gobierna -Oña la llamó "cínica" por sugerirlo- y defendió que la Junta blinde la sanidad, educación y servicios sociales en el Presupuesto mientras las comunidades del PP "recortan derechos". Oña abundó en que el legado de 30 años de socialismo es "paro, jóvenes que se ven obligados a emigrar porque no tienen oportunidades y campesinos -el PSOE tildó de "feudal" este término"- que siguen necesitando el PER".


En un paréntesis de la bronca entre los grandes partidos, Diego Valderas, coordinador de IU, dijo que PSOE y PP "coinciden más de lo que confrontan" y recordó que ambos pactaron con el nacionalismo catalán. Para Valderas, los comentarios de Duran i Lleida -que ayer consideró "electoralista" que Andalucía apruebe unos presupuestos mayores en plena crisis- y de Mato, aunque los censuró, son "dos estupideces". "Da gusto ver tan ofendidos a PSOE y PP, pero parece un golpe de pecho y no estamos para eso".

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