El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, tildó ayer de "criminal" a Roberto Micheletti, nuevo gobernante nombrado por el Congreso, horas antes de la cita en Costa Rica en la que buscarían una salida al conflicto con la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias.
"Se ha creado en Costa Rica un régimen de excepción al recibir a un criminal que ha golpeado a nuestro pueblo y nuestra democracia. Recibirlo y no capturarlo ya es un Estado de excepción", afirmó Zelaya en una rueda de prensa ofrecida minutos después de su llegada al aeropuerto costarricense Juan Santamaría.
El depuesto presidente aseguró que Micheletti "ha violado procedimientos de la ley y del derecho internacional", por lo que "el mundo lo ha condenado". También afirmó que Micheletti es un "presidente golpista, de facto, que ya tiene crímenes en su espalda porque ha habido asesinatos de jóvenes en las manifestaciones" que se han realizado en Honduras en los últimos días, y que han causado dos muertos. "Quiero ver a este golpista qué va a decir en San José, un paraíso de la democracia, la libertad y el respeto de los derechos humanos", expresó Zelaya, quien recordó que la comunidad internacional ha apoyado su regreso al poder.
Sobre la posibilidad de que como salida a la crisis acepte algo distinto a su retorno a la Presidencia hondureña, Zelaya contestó a un periodista: "Es como que a usted lo inviten a dialogar con un criminal que violó a su familia y usted acepte condiciones por esa violación". "La democracia es un derecho de la sociedad y los que han hecho esta violación deberán, lógicamente, presentar sus excusas y los requerimientos para su salida", declaró.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, aseguró ayer que cualquier salida a la crisis en Honduras implica el regreso del presidente depuesto Manuel Zelaya al Gobierno del país. "Todas las soluciones son con Manuel Zelaya de vuelta en el palacio de gobierno. No se le fija un plazo fatal a la negociación en Costa Rica pero hay que ver qué pasa en las primeras 48 horas y qué sentido tiene", dijo.
El secretario de la OEA destacó que la posición del organismo que preside "fue clara por parte de los 33 países para suspender a Honduras el domingo pasado, pero al mismo tiempo se encargaron gestiones diplomáticas para hacer todos los esfuerzos para volver a la normalidad". "En ese sentido comenzaron los contactos con el presidente (Óscar) Arias para que nos representara a todos, a lo cual Zelaya se manifestó de acuerdo", añadió.
Mientras, el mediador y presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mantuvo su optimismo en lograr que, a través del diálogo, se "suavicen" las posiciones entre Zelaya y Micheletti. "Para eso es el diálogo, para acercar posiciones antagónicas y al final llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes", declaró Arias durante las horas previas a la reunión en San José.
También, antes de que comenzara el diálogo, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció a Arias la colaboración del Ejecutivo para tratar de resolver el conflicto de Honduras. Según detallaron fuentes del Gobierno, Zapatero y Arias mantuvieron una conversación telefónica en la que analizaron la situación que atraviesa el país latinoamericano tras el golpe de Estado del 28 de junio.
El presidente español ofreció la disponibilidad de España a "cooperar en la mediación" del modo en que Arias crea más conveniente. Las mismas fuentes señalaron que Arias valoró "muy positivamente" el ofrecimiento manifestado por España, aunque no concretó el modo en que nuestro país podría colaborar.
