Local

La ruta de los poetas

En el Centro Cívico las Sirenas se dan cita esta tarde los poetas de la ciudad para celebrar el día de las palabras inquietas.

el 16 mar 2010 / 21:49 h.

TAGS:

“La poesía es una búsqueda incesante, una exploración intimista y recóndita, un espacio habitado para el alma y la conciencia.” Así, en tres versos acertados y puros, define el poeta sevillano Pedro Ibáñez el género de la belleza y el amor –o el desamor–. Lo hace como preludio a la celebración del II Día Mundial de la Poesía. La Unesco lo sitúa el 21 de marzo, cuando nace la, a estas alturas del año y después de tantas lluvias, ansiada primavera. Pero el Baratillo, junto a 25 agrupaciones poéticas, literarias y culturales de la ciudad, ha decidido adelantarlo a esta tarde. Será a las 19.30 en el salón de actos del Centro Cívico las Sirenas (Alameda de Hércules) cuando, mediante un recital poético, las palabras vivas tengan su merecida fiesta anual.

Dos horas de versos (cada una de las asociaciones dispondrá de diez minutos para la lectura de poemas) acompañados de las notas al piano de Francisco Roldán Duque. Algo está claro: en Sevilla, la poesía está más viva que nunca. “Ha vuelto a resurgir, quizás no como movimiento generacional (porque los poetas buenos no tienen edad), pero sí como movimiento cultural.” Los responsables de esta efervescencia, según Pedro Ibáñez, portavoz de Baratillo Joven, son los más de cien poetas anónimos que, mediante tertulias poéticas y actividades como la de esta tarde, hacen que el género esté viviendo una de sus etapas más dulces.

Desde que el mundo es mundo, el ser humano siempre ha tenido la necesidad de expresarse. Cuando esa necesidad es canalizada a través del arte, la pintura o la poesía se hacen visibles. Decía el poeta Antonio Gamoneda que “la poesía es un asunto que se resuelve en soledad”. Pero sólo hay que darse una vuelta por algunos rincones de Sevilla para descubrir que algo innato en el que se desahoga con el papel o el lienzo lleva a comunicar dicha creación con los demás. Las tertulias poéticas inundan los locales alternativos y están cada vez más presentes en los convencionales: en La Carbonería, los martes hay Ciclo de Música y Poesía; los jueves a las 19.00 son las Noches del Baratillo, y a las 21 las del Baratillo Joven; en el Perro Andaluz, Alfaqueque, o el Centro Cívico El Tejar del Mellizo, también se reúnen los amantes de las letras y el arte en mayúsculas. Por su parte, el Ateneo, el Círculo Mercantil y Cajasol también están apostando en los últimos años por reivindicar esa vigencia intemporal de la poesía de la que habla Pedro.

Si pasa hoy por la plaza del Pelícano podrá ver en la cristalera de un antiguo local abandonado cerca de 80 poemas, fotografías e ilustraciones estampados. Es la ya tradicional pegada del colectivo Aina Libe. Desde que comenzaran sus cuatro miembros oficiales a llenar las calles de Sevilla hace dos años de manera espontánea y casi furtiva, han llevado a cabo más de 80: “Algunas aguantan dos días, otras, como la de los Jardines de Murillo, un año y medio”, comenta Felipe Bollaín. ¿La última? Anoche mismo, a las 22, con viola de fondo y todo, Felipe, Nieves Peña, Miguel Ruiz y Javier Mariscal, acompañados de espontáneos siempre invitados a colaborar y pegar sus poemas, hicieron que la poesía tomara, literalmente, la calle. Si le gusta alguno de los poemas, no lo dude y lléveselo, “están para eso”.

La tendencia poética actual es “irreflexiva”, afirma Pedro Ibáñez. “Sí, pero se sigue sin poder vivir de ella”, le sigue Felipe Bollaín. Los poetas sevillanos son profesores, periodistas, geógrafos y ferroviarios. Incluso parados los hay. Hablan del desamor en un entorno urbano, y coinciden en que el rincón poético por excelencia de la ciudad es el Parque de María Luisa. Si hay alguien que sepa de paseos poéticos, ése es Florencio Quintero, guía de profesión y creador de las rutas nocturnas (conocersevilla.com). Para él, el Palacio de Yanduri y el Alcázar, son imprescindibles en la poesía sevillana.

Reza el Cantar de los Cantares: “Levántate, que ha pasado el invierno y brotan las flores”. Ya sabe.

De utilidad:

Qué: Decía Juan Ramón Jiménez que Sevilla debía ser conocida como la ciudad de la poesía, por el gran número de poetas que ha habido en ella. Decenas de rincones en la ciudad mantienen relación con ellos. Hoy son los sitios perfectos en los que buscar la ansiada inspiración.
Glorieta de Bécquer: En el Parque de María Luisa resiste el paso de los años un homenaje al gran poeta sevillano. Los románticos lo tienen como rincón fijo en sus citas de amor.
Alrededores de la Plaza del Pan: En el número 6 de la calle Acetres nació Luis Cernuda en 1902, poeta y miembro de la Generación del 27. Vaya a ver su casa y pasee por un barrio que rezuma poesía por todos sus rincones.
Palacio de Dueñas: Ahora vive la Duquesa de Alba, pero en 1875 nació el poeta Antonio Machado. La casa y sus alrededores, ahora que llega la primavera, tienen un color especial, ideal para leer sentado en uno de los bancos.
Paseo Vicente Alexandre: Los que fueran los Jardines del Cristina, junto al Palacio de Yanduri (donde se dice que nació), es hoy un  paseo que lleva por nombre el del premio Nobel sevillano. Un lugar perfecto para recordar su figura y escribir unos versos si salen del alma.
El Arenal: Allí está una calle que lleva el nombre de la poetisa Antonia Díaz. Una excusa perfecta para pasear por un barrio con casta con el que la sevillana tuvo una vinculación muy especial.

  • 1