El piloto español Carlos Sainz, que se tuvo que retirar del Dakar cuando lideraba la prueba, ha regresado ya a España, "decepcionado" porque la victoria estaba al alcance, pero también "orgulloso" por su trabajo y porque ha hecho todo lo que podía para ganar.
En respuesta a las preguntas de los medios, el madrileño indicó que su sensación es que los organizadores han querido que nadie echara de menos Africa "y se les ha ido un poquito la mano" y se remitió "a la cantidad de abandonos e historias que han pasado".
También afirmó que el libro de ruta no estaba al nivel que requiere una prueba de éstas y que a su juicio se trata de una asignatura pendiente de los Dakar.
En su opinión deben hacerse "con mucho escrúpulo y más detallados", porque "se invierten muchas ilusiones y mucho esfuerzo económico" y porque un fallo puede implicar, además, muchos riesgos para los pilotos.
Sobre su futura participación en el Dakar del 2010, Sainz afirmó que está muy lejos, que es un incógnita y que no sabe tampoco si su equipo va a correr.
