Economía

La sangría laboral se tapona en Sevilla y menos hogares la sufren

El desempleo en la provincia baja en el primer trimestre en 8.000 personas y los hogares con todos sus miembros sin trabajo, en 6.000, frente al revés andaluz

el 30 jul 2010 / 20:41 h.

Imagen de parados sevillanos en una oficina del SAE.

La provincia de Sevilla se libró del nuevo revés laboral que mostró el segundo trimestre del año en curso tanto en la comunidad andaluza como en el Estado, y todo a la espera de la evolución del desempleo para la época veraniega -suele disminuir- y del efecto que traiga la reforma laboral sobre el mercado de trabajo.

8.000 parados menos arrojó la Encuesta de Población Activa (EPA) en Sevilla entre abril y junio en comparación con el trimestre anterior, hasta 223.400 personas, el 24,67% de aquéllas que tienen edad y ganas de trabajar en esta provincia. Sólo la industria sumó desempleados -algo que preocupa pues sus puestos son normalmente más estables-, frente a un descenso generalizado en el resto. Así, los servicios se beneficiaron del tirón de la Semana Santa y la Feria de Abril y en el campo hay esperanzas de que el regadío supere el mal trago de las cosechas cerealistas de invierno. Pero el ladrillo fue el que más recortó el número de parados (10.100 menos), y aquí entran los planes públicos y una cierta recuperación del negocio inmobiliario, con reinicio de obras.

Es importante resaltar que en la provincia hubo creación de empleo pues, además de reducirse el paro, hubo más ocupados (pasaron de 665.200 a 682.300, el 2,6% más) y creció la población activa (en 9.100 sevillanos, hasta quedar en 905.700). Aunque la tasa de desempleo disminuyó (del 25,81% al 24,67%), es superior al promedio estatal (20,09%), pero inferior al andaluz (27,78%).

Mientras, según los datos más pormenorizados del Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), el número de hogares sevillanos que tenían a todos sus miembros parados se colocó en los 64.700 (un 12,75% de todas las unidades familiares que tienen al menos un activo-, un 8,5% menos en comparación con el primer trimestre de 2010 (eran 69.000 a finales de 2009).

Vayamos a las cifras para la comunidad andaluza. Su número de desempleados, según los criterios EPA, se colocó en 1.104.100, equivalente al 27,78% de la población activa. Fueron 23.200 más los parados en un trimestre -aumento del 2,14%-. Cuatro provincias revelaron índices rayanos en el 30%.

No sólo subió el paro, sino que la ocupación también cayó en Andalucía. En concreto, 21.000 personas en el trimestre, hasta 2,89 millones de ocupados. La población activa, por su parte, aumentó en 2.100 andaluces, hasta quedar en 3.974.200. Conclusión: si el desempleo aumenta y la ocupación retrocede en mayor dimensión en que lo hace el auge de los activos, estamos ante una evidente muestra de que sigue en la comunidad la destrucción de empleo.

Al cotejar los datos del INE se concluye que la mayor parte del aumento del desempleo andaluz se produjo entre quienes buscan su primer trabajo (el llamado colectivo sin empleo anterior), que pasaron de 461.200 a 481.900 parados -entran aquí, por ejemplo, los jóvenes que terminan sus carreras- y especialmente en la agricultura, que registró un subidón, al aflorar 140.400 parados, frente a los 95.800 del trimestre precedente. Tal incremento suele ser habitual en el campo regional al compararse el primer y segundo trimestre por el fin de las principales campañas hortícolas de Almería y la fresera en la provincia de Huelva.

Un dato más. 330.700 eran los hogares de la comunidad donde todos sus miembros estaban sin trabajo, 11.400 más que en el primer trimestre y un 14,84% de las unidades familiares con al menos un activo.

Para finalizar, España. El paro creció en 32.800 personas, hasta situarse en los 4.645.500 desempleados. La creación entre abril y junio de 82.700 puestos de trabajo (18.476.900 de ocupados) no fueron suficientes para absorber los nuevos activos (115.400, hasta los 23.122.300), con lo que la tasa de paro subió hasta el 20,09%, es decir, cuatro décimas más que en el primer trimestre.

Sin embargo, fue la primera la creación de empleo tras diez trimestres de destrucción.

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