Rodeada por una nube de cámaras, la secretaria del juzgado de Rafael Tirado volvió a aparecer ayer ante los medios, esta vez para explicar su situación. Juana Gálvez dice tener la tranquilidad de haber desempeñado su función con "absoluta dedicación" y culpa a la falta de medios del caso Mari Luz.
Después de lo que vivió el martes durante el paro de los secretarios judiciales, Juana Gálvez, la secretaria judicial del juez Rafael Tirado, se podía imaginar lo que iba a encontrar en la puerta de los juzgados. Numerosos medios de comunicación que rápidamente formaron una nube alrededor de la funcionaria sancionada con dos años de suspensión por no encarcelar al presunto asesino de Mari Luz, Santiago del Valle. Empujones, carreras y gritos para coger el mejor sitio y captar a Gálvez leyendo un brevísimo comunicado, tras el que no admitió preguntas.
"Tengo la tranquilidad de haber desempeñado mis funciones con absoluta dedicación y empeño". Así se defendió Gálvez de la resolución del Ministerio de Justicia, que le acusa de falta de diligencia en su trabajo, y de "todo lo que se ha dicho y escrito". Visiblemente nerviosa, la secretaria explicó que ha tenido que desarrollar su labor, pese a "las dificultades con las que diariamente todos nos encontramos, debido a las carencias de medios personales y materiales", a los que achacó "los desgraciados sucesos que lamentamos y que esperamos que con el esfuerzo de todos puedan evitarse".
Gálvez también criticó las "organizaciones caducas" y las "leyes obsoletas" que impiden a los secretarios -siempre habló en plural- llevar a cabo lo que desearían, que "no es otra cosa que prestar el mejor servicio al ciudadano, en toda circunstancia".
La funcionaria estuvo arropada en todo momento por el portavoz del comité de huelga, Luis Toribio, y por otros compañeros. A todos ellos agradeció "el unánime apoyo recibido" y las "innumerables y constantes muestras de cariño" que ha recibido desde que supo de la apertura de su expediente.
Por otro lado, la defensa de la secretaria ya está ultimando el recurso que presentará ante los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo, en Madrid, en el que, además de la nulidad de la sanción, solicitará la suspensión provisional de la misma hasta que el asunto se resuelva por la vía judicial. Aunque ni su letrado ni Toribio quisieron desvelar los argumentos del mismo, éste tendrá como base la sobrecarga de trabajo del juzgado, así como la falta de medios adecuados para el control de todas las ejecuciones de sentencias. Además, alegará que la responsabilidad de hacer cumplir lo juzgado es del juez Rafael Tirado (que fue multado con tan sólo 1.500 euros por el Consejo General del Poder Judicial).
En cuanto al paro, Toribio dijo que fue un "éxito" y que, antes de retomar las protestas, van a esperar a la respuesta del ministerio, al que le darán "un mes" de plazo. El portavoz defendió el plantón, negando que se hiciera por corporativismo, sino por que la sanción a Gálvez fue "la gota que colmó el vaso", después de estar "muchos años pidiendo más medios a las administraciones". Toribio dijo que, "independientemente de la sanción al juez", los secretarios se siente "cabeza de turco" y que les constan que en el ministerio "hay discrepancias con la sanción". Además, explicó que el Colegio Nacional de Secretarios ha ofrecido a la funcionaria apoyo económico, aunque, en caso de ejecutarse la suspensión de empleo y sueldo, la secretaria estaría cubierta por un seguro.
