Del lado este a la parte oeste. O de la parte que da al bar Gasolina todo recto en dirección a la fachada del consistorio, que es como se orientaría un ciudadano de a pie. O, como lo haría un cofrade, entrar en el Salón por la iglesia de Santa Bárbara y avanzar recto buscando la casa consistorial antes de girar a la derecha para dirigirse a la parroquia de Santa Cruz.
De cualquier forma, la nueva carrera oficial hará exactamente eso: cortar en dos la también conocida como plaza de España, longitudinalmente, de su extremo oriental a su parte occidental. Los pasos accederán a la plaza rodeando la iglesia de Santa Bárbara -antes lo hacían por la avenida Miguel de Cervantes, pero la entrada al aparcamiento subterráneo cercena esa posibilidad ahora- y la cruzarán entera antes de enfilar por la calle Mas y Prat en dirección a la parroquia de Santa Cruz, donde, y eso no cambiará próximamente, termina el recorrido.
Es la novedad más reseñable de la Semana Santa (una cita declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía desde 1999) en el año en que la plaza puede recuperarse en su totalidad para la celebración, después de nueve años en los que, primero el muro del Salón y luego las excavaciones arqueologicas, han privado a los vecinos de ver los pasos de sus cofradías en el más emblemático de sus rincones.
La tradicional carrera oficial de Écija comenzaba en el palquillo colocado frente a la fachada del consistorio y terminaba en la plazuela de Nuestra Señora del Valle, a los pies de la iglesia de Santa Cruz, un recorrido que, con variaciones, se recupera para la celebración del próximo año.