Cultura

La sencillez se impuso al ‘glamour’

el 23 feb 2011 / 20:20 h.

Los ganadores de la última edición de los Giraldillos, en el escenario del Teatro Lope de Vega la noche del martes.
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La gala de entrega de los Giraldillos de la Bienal se mira en el modelo que han impuesto los festivales cinematográficos y eventos afines, lo cual a primera vista puede despertar todo tipo de suspicacias. Por suerte, ni los flamencos son estrellas de Hollywood ni el Lope de Vega es el teatro Kodak de Los Ángeles, de modo que la falta de glamour -ni falta le hace a lo jondo la laca y las lentejuelas- queda de sobras compensada por la sencillez y la naturalidad, atributos, estos sí, que han acompañado al arte bajoandaluz desde la noche de los tiempos.

La velada del pasado martes, conducida por la periodista Paz Alarcón -que lució un llamativo vestido "estilo Carmen"- se caracterizó por mantener un tono casi familiar, ajeno a la farfolla y el roneo de alfombra roja. 

Nadie dirá, a la vista del desarrollo de la noche, que los flamencos no son agradecidos. El joven guitarrista David Carmona, Giraldillo Revelación, dedicó su premio a su maestro Manolo Sanlúcar, presente en el patio de butacas; Pastora Galván, Giraldillo Innovación, a su hermano Israel, y -cosa insólita-, "a los críticos por haber puesto tan bien mi espectáculo"; Antonio Carrión, Mejor acompañante ex aequo con Ramón Amador, dedicó su galardón a José Menese; José Valencia, Mejor cantaor para el baile, a Juan José Amador y Enrique el Extremeño... y todos, como es lógico, dejaron patente su gratitud hacia familia, compañeros y productores, sin olvidar a la propia Bienal.

Hubo también ausencias que se hicieron tan notables como las más llamativas presencias. El contrabajista Rènaud García envió un hermoso mensaje -"no esperaba semejante recompensa de un mundo que respeto tanto"- a través de su amigo Dorantes, que si bien no leyó tan bien como toca el piano, descomprimió con buen humor el corsé protocolario de la gala.  

Emocionante fue también el comunicado de Moraíto, Giraldillo a la Maestría, que leyó Antonio Pulpón, agradeciendo el galardón "no a una actuación ni un espectáculo, sino a más de 40 años de dedicación al flamenco" por parte de "una tierra que adoro y donde se me quiere", para concluir profiriendo un sentido "¡larga vida al flamenco!".

Otro ilustre ausente, Paco de Lucía, envió a su hermano Pepe a recibir el Giraldillo de Honor de manos del cantaor Fosforito, y quiso dedicárselo "a todos los que se han ido hace muy poco y nos han dejado su arte tan grande". También Miguel Poveda tuvo en su hermana Sonia una digna representante en la recogida del Giraldillo Especial del Jurado.

Otros, sin perder la humildad, celebraron sus galardones con lógica e indisimulable satisfacción: Salvador Gutiérrez, Giraldillo a la Mejor música junto con Andrés Marín -que recogió también el premio al Momento mágico de la Bienal, compartido con Concha Vargas- levantó la estatuilla como reconocimiento "a muchos años juntos, intentando hacer las cosas bien a nuestra manera".

Isabel Bayón, Giraldillo al Baile, interpretaba su premio como una señal de que "después de 36 años de profesión, algo estaré haciendo bien"; el guitarrista Juan Carlos Romero se llevaba su segundo Giraldillo al toque consecutivo y lo compartió con su esposa;_y lo mismo hizo Pansequito con su Giraldillo al cante, celebrando que sea "el primero después de la declaración del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".

Como demostración de que lo jondo no conoce fronteras, las últimas palabras de agradecimiento de la gala fueron en inglés, y las pronunció Sidi Larbi Cherkaoui, compañero de María Pagés en el montaje Dunas, que dio gracias al flamenco "por abrirme los brazos" hasta el punto de concederle el Giraldillo al Mejor espectáculo.

El perfecto colofón de la gala -que será emitida hoy en Canal Sur 2 Andalucía- fue otro espectáculo, Más allá de las sombras permitidas, un desenfadado trabajo concebido por José Luis Ortiz Nuevo con motivo de los 30 años de vida de la Bienal, en el que participaron jóvenes artistas como El Lombo, Dani de Morón, Pedro Barragán, María Toledo, Nazaret Reyes e Israel Katumba.

Dos horas y media, en total: un evento tal vez demasiado largo, a pesar de la agilidad que imprimió la presentadora, y un poco caótico a la hora de ponerse de acuerdo con los gráficos; pero también una buena excusa para que la gran familia flamenca se reúna y tenga motivos para celebrar y celebrarse, mientras llega la Bienal 2012.

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