Cultura

La sevillana de Domínguez Ortiz

el 21 oct 2009 / 20:39 h.

La Real Academia de las Buenas Letras y la Fundación José Manuel Lara celebran desde ayer hasta hoy en la Casa de los Pinelo un ciclo de conferencias para conmemorar el centenario del nacimiento de Domínguez Ortiz. Con el mismo título -El mundo de un historiador-, este encuentro se convirtió ayer en una reunión de amigos, familiares y compañeros de esta eminente figura andaluza, que aprovechó para recordarle en torno a la presentación de su biografía.

La encargada de abrir este seminario fue Enriqueta Vila, académica, historiadora y amiga de Domínguez Ortiz, que abordó la relación del historiador con Sevilla, su ciudad natal -aunque él siempre se consideró también granadino de adopción-, y Andalucía, porque "ambos aspectos son indisolubles".

Vila recordó que "don Antonio fue ignorado y maltratado durante la dictadura, mientras se ganaba el renocimimiento internacional, ya que no fue hasta la década de los 70 cuando la Real Academia de la Historia lo acogió en su seno".

No obstante, fue un aspecto de su personalidad el que más sonrisas despertó: "Domínguez Ortiz sí fue profeta en su tierra. De lo que más orgulloso estaba el historiador fue de que en los 80, el instituto de las Tres Mil Viviendas fuera rebautizado con su nombre. Siempre estuvo junto a los más necesitados, y acudió en una ocasión a dar una charla".

Pues bien, una vez fallecido el historiador, dicho centro, "cuyo conserje respondía al teléfono diciendo Mínguez Ortiz, dígame", organizó un concurso de sevillanas. "Me imagino su sonrisa si hubiera escuchado los horribles ripios con los que terminaba la canción ganadora: "Domínguez Ortiz/ Domínguez Ortíz/ se llama el instituto/ de las Tres Mil".

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