La escritora Eva Díaz Pérez, junto a la portada de su último libro. / Fundación Lara
La sevillana Eva Díaz Pérez regresa a los anaqueles de novedades con Adriático (Fundación José Manuel Lara), la obra que le valió el premio Málaga de novela en su última edición. Una obra que la autora enmarca en una suerte de proyecto o serie de novelas europeas, cuyo antecedente sería El sonámbulo de Verdún.
Ya me ocupé de la Mitteleuropa, ahora me tocaba una novela italiana, explica. La historia bascula entre Venecia y Trieste, la primera una de esas grandes viejas ciudades europeas, otra una encrucijada, con algo de no lugar azotado por los vientos.
En estos escenarios considerando que la sevillana gusta de usar los escenarios de sus novelas como un personaje más transcurre la historia de Vittorio Brunelleschi, un profesor que recibe el encargo de la Municipalidad de Venecia de catalogar objetos rescatados de los canales desecados, seleccionando los que merece la pena llevar a un museo.
Son objetos que tienen una historia detrás. Brunelleschi, junto al pícaro que tiene como ayudante, estudia todas estas cosas en una nave, y de paso nos muestra la contravenecia, la que no suele aparecer en las guías turísticas, la de las mugrientas tabernas portuarias y los barrios de pescadores, comenta Díaz Pérez.
Por otro lado, la sevillana advierte de que Adriático será su obra más difícil de clasificar: Es una novela un poco rara, que empieza como novela negra, con un cadáver flotando en un canal veneciano, y acaba como novela de fantasmas, eso sí, con mucha ironía... Y por en medio, es también una novela muy de pensamiento, y una novela histórica, aunque no responde exactamente a ninguna de estas clasificaciones, subraya la autora.
Y por si algún lector se quedara con la duda de cuál será la próxima escala en el viaje europeo de Eva Díaz Pérez, ella misma lo desvela: Ya pienso en una trilogía de la memoria europea, con una próxima novela británica, ahora que los ingleses están con el euroescepticismo, concluye.
