La recuperación que experimentó la bolsa durante el año pasado impulsó con gran fuerza la rentabilidad de Soixa, la sociedad de inversión de la familia Hernández Barrera, fundadora de la arrocera sevillana Herba y principal accionista del grupo alimentario Ebro Foods. Tanto como para convertirse en la principal sicav figura societaria que tradicionalmente canaliza las inversiones de las grandes fortunas familiares que operan en España, a tenor de la información remitida al órgano regulador, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) En concreto, el rendimiento (o beneficio) cosechado por Soixa se situó en el 32,6 por ciento en 2013, con un patrimonio getionado de 288 millones de euros. De los seis años que llevamos de crisis económica, tan sólo dos, los de 2008 y 2011, se saldaron con pérdidas, del 39,7 y 9,2 por ciento, mientras que el de 2009 cuando el negro se instaló en la economía del país se cerró con una rentabilidad del 34,30 por ciento. Fue gestada, hace ahora justo diez años, cuando los Hernández Barrera, cuyo cabeza visible es Antonio Hernández Callejas, se hicieron fuertes en el capital de Ebro Puleva hoy Ebro Foods tras la absorción completa de la arrocera Herba. El empuje de 2013 hizo, además, que Soixa se colocara como la quinta sicav por volumen de patrimonio, rozando por ejemplo a la sicav de los Botín (296 millones), pero a distancia de las mayores españolas, entre ellas Morinvest, de la conocida empresaria Alicia Koplowitz con el 9,2 por ciento de rentabilidad, la misma que un año antes, con casi 529 millones de patrimonio gestionado; la sociedad Torrenova, de la familia March, con un rendimiento del 6,2 por ciento, y 370 millones y sin contar con sus otras dos sicav; Soandres, de la heredera de Rosalía de Mera, que reportó el 5,9 por ciento más y gestionó 375 millones; o Allocation, de la familia Del Pino, con 456 millones y rentabilidad del 3,2 por ciento. En cuando a Keblar, la antigua sicav del tercer hombre más rico del planeta, Amancio Ortega, fundador de Inditex, se transformó el año pasado en sociedad anónima, de ahí que fuera suprimida en los registros de la CNMV. La sicav de los Hernández Barrera que en la provincia de Sevilla son los mayores propietarios de arrozales en las marismas del Guadalquivir es la principal entre las grandes fortunas andaluzas, aunque no está registrada aquí, sino en Madrid, y allí tributa. La familia canaliza su participación en Ebro Foods y en otras sociedades agrarias y de turismo ecológico es propietaria, por ejemplo, del complejo Veta la Palma, en Doñana a través de las sociedades patrimoniales Instituto Hispánico del Arroz e Hispafoods. En la actualidad, posee un15,879 por ciento de aquella multinacional alimentaria, porcentaje que tiene un valor de mercado (bursátil) de 401,42 millones. Precisamente ayer, la envasadora de aceites de oliva y semillas Deoleo, propietaria de la marca más renombrada en España, Carbonell, informó a la CNMV de la dimisión de los consejeros Antonio Hernández Callejas y José Barreiro, alegando motivos profesionales. Este directivo sevillano había sido uno de los artífices del rescate de la antigua compañía alimentaria SOS Cuétara hoy Deoleo, que estuvo a punto de irse a pique debido a los tejemanejes crediticios y societarios de los ex principales accionistas, los hermanos Salazar. SOS, que quedaría en manos de la banca acreedora, acordó la entrada de la que era su mayor rival, Ebro dueño de Herba, a cambio de traspasar a éste su actividad en el negocio del arroz. En estos momentos, el grupo presidido por Antonio Hernández Callejas, Ebro Foods, participa con un 9,333 por ciento en el capital social de Deoleo, una envasadora vital para el aceite de oliva de Andalucía. En el accionariado también están la cooperativa olivarera malagueña Hojiblanca (9,965) y el banco andaluz Unicaja (11,349).
