Economía

La siembra de cereal cobra vigor por el alto precio y el fin del barbecho

Animadas por el encarecimiento de los cereales y la supresión del barbecho obligatorio por parte de Bruselas, 86.000 hectáreas más se han sembrado esta campaña en Andalucía, de ellas 48.900 en Sevilla.

el 15 sep 2009 / 00:37 h.

Julio Rubio

Animadas por el encarecimiento de los cereales y la supresión del barbecho obligatorio por parte de Bruselas, 86.000 hectáreas más se han sembrado esta campaña en Andalucía, de ellas 48.900 en Sevilla. Crecimiento sí, pero con sabor agridulce, pues se preveían al menos 100.000.

Esperadas eran las primeras estadísticas de siembras de esta campaña para calibrar el impacto de la supresión del barbecho obligatorio, decretada el pasado otoño por la Comisión Europea ante la carestía de cereales y la consiguiente subida de precios. Por entonces, las estimaciones, calculadas sobre los datos oficiales de quienes recibían ayudas europeas por la retirada forzosa de tierras (dejarlas sin cultivar o con producciones no alimentarias), apuntaban a que el campo andaluz sacaría al mercado al menos 100.000 hectáreas más. ¿Se han cumplido tales previsiones?

El primer avance de superficies elaborado, a 31 de enero, por la Consejería de Agricultura y Pesca, revela que no se alcanzará semejante barrera, aunque sí existe un aumento de 86.000 hectáreas (13,2% más) en el conjunto de las parcelas dedicadas a los principales cereales de invierno (trigo, cebada, avena y centeno).

En concreto, y siempre teniendo en cuenta que son cifras provisionales, los trigales suman en total 523.839 hectáreas, con un incremento de 77.468 (el 17,4%) respecto al ejercicio agrario anterior. Sin embargo, este empuje se atribuye, en exclusiva, a los trigos duros, mientras que los blandos, que son los de mayor calidad y los preferentemente utilizados para la industria harinera, se anotan un retroceso anual del 11,5%, hasta las 144.776 hectáreas.

Pero habría que realizar dos matizaciones. Por un lado, si echamos la vista atrás, las series estadísticas de la Consejería muestran hasta mediados de la década niveles superiores de siembras en los trigos duros y muy inferiores en los blandos. Por el otro, que las cebadas viven un periodo de recuperación gracias al empuje de los piensos y de la industria cervecera.

Ambos detalles, sin embargo, no quitan importancia a un crecimiento de las tierras sembradas, el registrado en esta campaña, significativo por cuanto el régimen comunitario de pago único permite cobrar las ayudas europeas sin la necesidad siquiera de cultivar. Es decir, que, hasta ahora, no se han hecho realidad los temores de que quedaran vacías, abandonadas, miles y miles de hectáreas en la comunidad.

De hecho, fuentes de las organizaciones agrarias y de las cooperativas andaluzas explican que habrían aflorado más tierras y superado con creces el citado listón de las cien mil hectáreas de no haber sido por el encarecimiento de los fertilizantes y fitosanitarios (pesticidas) que, al final, ha restado atractivo a la revalorización mundial de los cereales registrada en 2007. No en vano, las estadísticas de precios del departamento dirigido por Isaías Pérez Saldaña hablan de subidas interanuales (enero de 2008 sobre el mismo mes de 2007) superiores al 60% para los trigos blandos, siendo del 90% en el caso de los duros.

De las 77.468 hectáreas en que se han incrementado los trigales, Sevilla absorbe 48.900 (el 63%), hasta las 245.000, si bien es cierto que las campañas entre 2003 y 2006 arrojaban, con 213.616, un promedio superior al de 2007. En este cultivo, relevante es el vigor de la variedad dura, que pasa en un año de 93.350 a 170.000, aunque no lo es menos el descenso del tipo blando, pues cae una cuarta parte y se salda con 75.000. Si se suman trigos, cebadas y avena (de centeno no constan siembras), la provincia arroja un volumen provisional para la actual campaña de 283.100 hectáreas, un 26% más.

  • 1