La Sierra Norte ofrece un día de playa a 600 metros sobre el nivel del mar

San Nicolás del Puerto abre la veda a los baños en su playa fluvial, la única de la provincia de Sevilla y que durante los próximos tres meses se convierte en el principal reclamo de la comarca

La playa fluvial de San Nicolás del Puerto, lista en su inicio de temporada 2014. Foto: El Correo La playa fluvial de San Nicolás del Puerto, lista en su inicio de temporada 2014. Foto: El Correo En el tránsito más septentrional del territorio sevillano, donde el paisaje es dominado por un escarpado horizonte. La Sierra Norte de Sevilla, y uno de sus reductos, San Nicolás del Puerto, son, curiosamente, feudos del único lugar de la provincia donde el dominguero puede echar un día de playa. A 590 metros sobre el nivel del mar se asienta este municipio que no por pequeño (630 habitantes), lo es todo al respecto del turismo rural. San Nicolás nos presenta dos monumentos naturales, como son las Cascadas del Huesna y El Cerro del Hierro, un itinerario natural delicioso, con la Vía Verde de la Sierra y el producto estrella cuando estío se instala: Playa fluvial de San Nicolás del Puerto, única en la provincia. Este domingo será el primero de la temporada de apertura de esta instalación municipal adecuada como lugar de baño y dotada de múltiples y diversos servicios que combinan una oferta muy apetecible. A pesar de la depresión que por estos días vive esta pequeña localidad serrana, provocada por el inesperado y sentido fallecimiento de su alcalde, Curro Rodríguez, el pasado jueves, el domingo se presenta como una oportunidad extraordinaria para darse un buen chapuzón a orillas del Río Galindón. El litoral marucho -gentilicio local- cuenta con unos 600 metros y la ribera presume de un líquido elemento cristalino, transparente hasta verse reflejado un lecho fluvial de piedras y arena. La reciente tematización de la instalación ha terminado por convertirla en una auténtica atracción familiar, simulando sobre el muro de defensa que provoca estas tranquilas aguas una especie de pared natural de piedra, que también disimula las compuertas que nutren de agua la costa serrana. Además del río Galindón, otra de las fuentes que alimenta a esta playa procede de un manantial natural, de agua potable que baja desde la sierra. Anualmente, más de 30.000 visitantes disfrutan de esta playa fluvial, que en los últimos años ha realizado diversas obras que han mejorado sus servicios y que además cuenta con diversas actividades veraniegas que incentivan al visitante. Además de la tematización de la instalación, se han construido hasta tres bares-restaurantes. En toda playa que se precie no pueden faltar sus chiringuitos, que aquí toman por nombre aspectos clave de la idiosincracia local: La Posada del Peregrino, en honor al patrón San Diego; La Gruta, dedicada al Cerro del Hierro y El Bosque, en clara relación con el bosque de galería que circunda al núcleo urbano. Un campo de voley playa y otro de fútbol playa complementan la oferta, además de sombrillas naturales, merenderos y parterres de césped. Esta playa fluvial es también escenario de una curiosa regata veraniega, celebrada cada año a mitad de agosto. La temporada de apertura oficial y por ende, de prestación de servicios municipales en esta playa, se abrió el pasado viernes día 13, y se prolongará durante los próximos tres meses, hasta medidos de septiembre. En este periodo, trabajadores municipales mantendrán de forma continua este reclamo turístico, con exhaustiva limpieza, renovación del agua semanalmente y subsanación de cuantas necesidades se advengan. Además de esta prolífica generación de empleo, la playa es todo un motor económico local, para un pueblo que multiplica exponencialmente sus habitantes durante el lapso vacacional. A pesar de que su puesta en marcha se produjo en los años 80, ha sido últimamente cuando ha ganado fama y se ha convertido en un destino muy valorado para disfrutar de un fin de semana de sol, playa y sierra. No hay mejor opción si ha pensado que los 40 grados que se esperan para este domingo sevillano son merecedores de un plan refrescante.

  • 1