El número de accidentes mortales en carretera sigue descendiendo de manera espectacular en nuestro país hasta el punto de que se están rozando cifras de los años 60, cuando el parque automovilístico era inferior. Este fin de semana nueve personas perdieron la vida y siete resultaron heridas.
Estos datos suponen que en los ocho accidentes de tráfico del fin de semana haya habido 24 víctimas mortales menos que en el mismo fin de semana del año pasado, según informó ayer la Dirección General de Tráfico (DGT). Esta cifra de fallecidos es la más baja en lo que va de 2008. Con anterioridad, el récord a la baja lo tenía el fin de semana del 4 al 6 de enero (11 víctimas), seguido del 29 al 31 de agosto (13), y el 1 al 3 del mismo mes (14). Estas cifras de fallecidos son las más bajas desde que la DGT empezara a registrarlas en los años 60. La diferencia estriba en que en 48 años la circulación de vehículos se ha multiplicado por 15.
En los siniestros ocurridos entre las tres de la tarde del viernes y la pasada medianoche domingo, el viernes se contabilizó un único accidente en el que perdió la vida una persona. El sábado hubo seis muertos en otros tantos accidentes, y cinco personas más resultaron heridas leves. Dos personas murieron el domingo y dos resultaron heridas leves en el único accidente registrado ese día.
En el mismo fin de semana del año anterior se contabilizaron 33 personas muertas en accidente, frente a los 27 muertos de ese periodo en 2006 y los 14 de 2005.
Las estadísticas del fin de semana reflejan la tendencia en la disminución de accidentes mortales, como el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó a principios de mes al hacer balance de la operación especial de Tráfico en verano. Rubalcaba destacó que los niveles de siniestralidad en la carretera en julio y agosto eran los más bajos desde 1964. La cifra de fallecidos en el verano de 2008, según Rubalcaba, fue la más baja de los últimos 44 años, cuando había en España dos millones de vehículos frente a los 30 millones de la actualidad. Para el recuerdo también quedan los cuatro millones de conductores de entonces; ahora hay 25 millones.
Esta buena noticia, según dijo el ministro, se pudo deber también a que durante julio y agosto hubo en las carreteras españolas 84 millones de desplazamientos, un 4,5% menos que en el verano de 2007. En este periodo se produjeron 391 accidentes mortales -73 menos que el año pasado- en los que fallecieron 232 personas en julio -38 menos que en 2007- y otras 218 en agosto -51 menos que hace un año-.
Hasta el 7 de septiembre del año en curso se llevan contabilizados 1.525 muertos, 381 menos que en el mismo periodo del año pasado, lo que representa un descenso del 20%.
Esta disminución de los accidentes en las carreteras en parte se puede deber al permiso por puntos y la reforma del Código Penal, que, según dijo a principios de mes Rubalcaba, han permitido "un doble efecto escalón equivalente a 800 víctimas mortales menos por año". Aún así, reconoció el ministro que descensos "tan espectaculares" como los de este año "seguramente no se vuelvan a producir en el futuro".
