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La solidaridad no tiene edad

El voluntariado ecologista se nutre de jóvenes mientras que los mayor optan por la ayuda social tras su jubilación. Sevilla acoge el VII Congreso Andaluz del Voluntariado, un movimiento que cuenta con 383.159 personas que colaboran con 4.857 asociaciones.

el 12 feb 2010 / 20:24 h.

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El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, en la inauguración del Congreso.
Mujer de entre 35 y 40 años es el rostro de la solidaridad en Andalucía, hasta el punto de que, en palabras del director de la Agencia Andaluza del Voluntariado, Higinio Almagro, sin ellas "no habría voluntariado". No obstante, en este movimiento cada vez son más los jóvenes y mayores que, tras la jubilación, ocupan su tiempo ayudando a los demás. Los primeros optan por el movimiento ecologista. Los segundos, por la asistencia social.

 

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, inauguró ayer en el Palacio de Congresos de Sevilla el VII Congreso Andaluz del Voluntariado , donde se debatirá el III Plan Andaluz del Voluntariado 2010-2014. Este congreso reúne durante dos días a más de 1.500 personas que representan a más de 300 ONG andaluzas y 100 entidades de voluntariado, muchas de las cuales cuentan con stands informativos.

El presidente de la Junta aseguró que el voluntariado es fundamental para el "fortalecimiento de la democracia" y que implica compromiso y responsabilidad, y destacó que las nuevas tecnologías aplicadas a la solidaridad han llevado a la aparición de una nueva figura, "el voluntariado online".

 

El director de la Agencia Andaluza del Voluntariado destacó que, en los últimos años, el número de voluntarios se ha incrementado paulatinamente, creando un espacio participativo sólido en una gran variedad de ámbitos de actuación. No obstante, destacan dos áreas, la dedicada al voluntariado social, que pretende ayudar a colectivos vulnerables, y la medioambiental, que incluye asociaciones con un mayor número de voluntarios jóvenes.

Higinio Almagro subrayó además que "se está produciendo un envejecimiento activo" en el que las personas que se jubilan siguen participando en la sociedad a través del movimiento asociativo.

Sin embargo, a pesar del aumento de número de voluntarios y entidades registradas en Andalucía, las asociaciones han tenido que duplicar sus esfuerzos debido al nuevo perfil de pobreza que ha esbozado la crisis, debido a la cual "colectivos que antes no eran vulnerables ahora lo son".

Personas que se han quedado sin trabajo y carecen de recursos han acudido a las asociaciones en busca de ayudas, modificando el modelo tradicional de demandante. "Las asociaciones son un termómetro social de primer nivel que llega con eficacia y eficiencia, gracias a la red de asociaciones, a la gente de la calle", destacó Almagro.
Situaciones como esta o emergencias como la de Haití hacen que la gente se movilice y responda para paliar sus efectos. La crisis parece haber hecho mella en las necesidades de los andaluces, pero no en su solidaridad e implicación.

Lo que pretende este Congreso del Voluntariado es reunir a parte del sector asociativo andaluz para mantener vivo su espíritu y aumentar el nivel de compromiso, creando un espacio donde las asociaciones puedan conocerse y compartir experiencias, además de dar a conocer sus actividades a la sociedad.

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