La sala La Fundición cierra este fin de semana la temporada con el estreno de un montaje de excepción bajo la dirección de Carlos Álvarez-Novoa y con Emma Rowe como protagonista. Se trata de una insólita adaptación del monólogo 'La voz humana', del autor de culto francés Jean Cocteau.
Fruto de las coincidencias de la vida, el siempre polifacético Carlos Álvarez-Novoa estrena esta noche en La Fundición, como director, La voz humana, una adaptación que él mismo ha realizado del celebrado monólogo que Jean Cocteau escribiera para la cantante Edith Piaf, a la que le unía una intensa amistad. "El primer montaje que dirigí, a los 19 años, en el Teatro Universitario de Oviedo, fue precisamente un texto de este autor, 'El águila de dos cabezas'. Y desde entonces no había vuelto a dirigir nada de él", explica Álvarez-Novoa.
"Todo empezó estando yo embarazada de siete meses. Le pedí a Carlos, al que conocía porque fue profesor mío en el CAT, que me asesorara sobre qué montaje podría hacer para representar este verano en México, donde voy a pasar una temporada. De repente, pensé en el texto 'La voz humana', en el que estaba interesada desde hacía tiempo, y Carlos se ofreció a dirigírmelo para que lo montara antes de irme". De esta forma tan sencilla explica Emma Rowe, la protagonista del monólogo, de dónde surge este emotivo montaje cargado de sensibilidad.
"Lo único que exigí"-cuenta el director- "es que se estrenara en España antes de partir a México". Y añade: "Como director me interesa este monólogo, aparte de porque está muy bien escrito, porque lo han interpretado grandes artistas a lo largo de la historia, y porque es un reto. Es una mujer, un teléfono, una cama y no hay más. Sólo con eso tienes que captar la atención del espectador".
'La voz humana' de Álvarez-Novoa es la conversación telefónica de una mujer que, tras mantener una larga relación con su amante, la deja para irse con otra más joven y bella. Durante esa conversación, ella, que sigue profundamente enamorada de su amante, sabe que ésta será la última vez que hablará con él y que una vez que cuelgue, se acabará para siempre. "Ella intentará disimular su dolor y tapar el llanto ante él, pero llora y te hace llorar. Es un trabajo muy hermoso de interpretación de Emma, que pone todo de sí para transmitir ese desgarro y ese dolor", explica el director.
Una de las diferencias fundamentales de esta adaptación con respecto al texto original de Cocteau es que Álvarez-Novoa ha añadido la parte que faltaba. "Carlos ha escrito la voz masculina, las respuestas que no existían en esta conversación, dotando a la representación de mucho más sentido", aclara Emma. A la vez que añade que "ha sido una auténtica gozada trabajar con Carlos, todo ha ido fluyendo muy bien".
El director, al hablar de Emma, también se deshace en halagos: "Es una actriz profundamente sincera, que tiene la sensibilidad a flor de piel y posee mucha técnica". Y aún le quedan palabras bonitas de agradecimiento para Israel Frías, el actor que pone voz a la parte masculina, y para los alumnos de Escénica.
