Economía

La sombra de la cancelación de pedidos acecha al A400M

Por primera vez desde que surgieran problemas en el avión militar A400M, acecha la sombra de las cancelaciones sobre el programa. El contrato conjunto de las siete naciones participantes es "muy improbable" que se anule, pero cada país tendrá la opción de cancelar aviones cuando la entrega acumule diez meses de retraso.

el 15 sep 2009 / 23:48 h.

Isabel Campanario. Múnich, enviada especial

Por primera vez desde que surgieran problemas en el avión militar A400M, acecha la sombra de las cancelaciones sobre el programa. El contrato conjunto de las siete naciones participantes es "muy improbable" que se anule, pero cada país tendrá la opción de cancelar aviones cuando la entrega acumule diez meses de retraso.

El consorcio aeronáutico EADS afronta un momento decisivo para el futuro del programa A400M. Tiene por delante la tarea nada sencilla de sentarse con sus clientes, los países que contrataron el avión militar y que están agrupados en la organización de cooperación en materia de defensa, OCCAR, para plantearles las nuevas condiciones del contrato, los cambios en los requerimientos técnicos y eventuales indemnizaciones. Y una fecha clave, el 1 de abril.

A partir de ese momento, el consorcio de siete naciones (España, Alemania, Francia, el Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía) tiene en su mano anular el contrato valorado en 20.000 millones de euros por el que comprometía la compra de 180 aparatos. Como el avión no volará en lo que queda de marzo como estipulaba el contrato inicial, la OCCAR podría rescindirlo y EADS tendría que devolverle 5.700 millones de euros.

Es una posibilidad, no obstante, que EADS ve "muy muy remota", en palabras del consejero delegado de la compañía, Louis Gallois, porque para ello todos los países, de forma unánime, deben estar de acuerdo. Frente a ello, hizo hincapié en la intención de Alemania, Francia y España de negociar, mientras que el Reino Unido aún no se ha pronunciado.

Pero existe un segundo planteamiento, más realista, el de que cada país cancele "avión por avión" en el caso de que, al llegar la fecha de entrega, el aparato acumule un retraso de diez meses, precisó Gallois. "Es una posibilidad que no podemos excluir", aseveró. Sin embargo, no quiso explicar si esa demora se aplicará a partir del nuevo calendario renegociado. "Es un asunto que se está discutiendo", dijo.

Hasta el momento, son 192 los pedidos de este avión militar. A los 180 de los países que lanzaron el programa, se añade la docena encargada por Sudáfrica y Malasia a cambio de carga de trabajo en el mismo.

Ante un grupo de periodistas españoles, Gallois consideró poco probable que el Ejecutivo de Zapatero pretenda cancelar alguno de sus 27 pedidos. Primero, porque no se ha expresado en esos términos hasta ahora y, segunda -y razón más poderosa-, que España tiene, con el centro de montaje y de entregas del A400M ubicado en Sevilla, una responsabilidad importante en el programa en la carga de trabajo.

En este contexto, EADS presentó ayer en Múnich sus resultados de 2008, en los que se anotó un beneficio neto de 1.572 millones de euros frente a los 446 millones de números rojos del año anterior. Un vuelco en las cuentas que se explica por los cambios contables que el consorcio aeronáutico comenzara a aplicar en los resultados del tercer trimestre de 2008 y que básicamente aíslan al programa A400M, el principal lastre para la compañía. Un método que suspende el reconocimiento de hitos (ingresos) en el programa hasta que se establezca un calendario fiable para el mismo, pero que tampoco recoge las pérdidas que le está ocasionando.

Así, EADS insistió en que el impacto financiero se conocerá cuando se haya diseñado el nuevo plan industrial (que va de la mano de los motores y sistemas de misiones) o cuando se haga pública la postura de la OCCAR y sepa, entonces, si hay coste de posibles indemnizaciones. Pero el año pasado el A400M obligó a destinar 704 millones de provisiones para sus dificultades, que si se suman a los 1.400 consignados en 2007, hacen un total de 2.104 millones hasta el momento.

Del primer vuelo, la empresa sigue sin querer fijar una fecha, aunque destacó las "buenas noticias" que llegan de los motores, en concreto, de las pruebas de vuelo, en la que se están "haciendo progresos", si bien quiso lanzar un mensaje de optimismo asegurando que espera que 2009 sea el año en que vuele, aunque siempre que el fadec (sistema de control de los motores) esté disponible.

Por lo demás, la facturación de la sociedad aeronáutica fue de 43.265 millones de euros el año pasado, un 11% más que en 2007, con avances en las operaciones de todas las áreas. Eso sí, resaltó la aportación de la división española, cuyos ingresos crecieron el 142%, hasta 2.759 millones, gracias, sobre todo, a los aviones tanqueros.

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