Después del paupérrimo partido que ofreció ante el ViveMenorca el pasado miércoles, en el contexto de una temporada igualmente oscura, es casi imposible tenerle fe al Cajasol en la matinal del Domingo de Resurrección en el Palau, tanto como en aquel tiempo con Jesucristo tres días después de su muerte. El milagro de hoy es más difícil.
Será la vigesimotercera visita a la Ciudad Condal. Hasta ahora, un solo triunfo cajista (26 de febrero de 1995, 76-81), en una pista donde, además, nadie ha ganado en la presente temporada en la Liga ACB, incluidos el líder Real Madrid, el campeón copero DKV Joventut o el Tau. La irregularidad del Barcelona, cuarto clasificado a tres triunfos del equipo de Joan Plaza, se circunscribe exclusivamente a los partidos a domicilio, como bien conoce el propio Cajasol, que logró vencer a los azulgrana en la novena jornada en San Pablo (75-58) en un partido realmente flojo del cuadro entonces dirigido por Dusko Ivanovic. Al descanso sólo habían anotado 20 puntos, 8 en el primer cuarto y 12 en el segundo, por 31 de los de Rubén Magnano, quien tampoco está ya en el banquillo cajista.
El Barça venía de ganarle días antes al Real Madrid en la Euroliga en aquella ocasión, y ese mismo efecto relajante es el que espera el Cajasol en los catalanes después de que el pasado jueves lograsen la clasificación para los cuartos de final de la competición continental venciendo en el Palau al CSKA Moscú (64-62). Para los hombres de Comas este será también un encuentro vital, puesto que en juego está nada más y nada menos que avanzar hacia la permanencia tras el último fiasco en casa, teniendo en cuenta que su próximo compromiso, el 30 de marzo, será en Madrid ante el MMT Estudiantes.
ojo al madrid Arena. El Cajasol jugará también pendiente del resultado del partido que esta mañana disputan MMT Estudiantes y Ricoh Manresa, dos rivales directos por la permanencia, sobre todo los madrileños, que se hallan en estos momentos a dos victorias, más el average, de los hombres de negro (los catalanes igualan a 9). Si los de Velimir Perasovic ganan, lo que pueda suceder en el Palau cobrará mucha mayor trascendencia, con vistas al trascendental duelo posterior ante los colegiales.
El Cajasol se mide a un equipo que gusta de marcadores de anotación baja, que aprovecha con su notable defensa (73.56, la tercera de la ACB), que incluye un importante poder reboteador (33.08) e intimidador (segundo en tapones con 3.44). Precisamente el lastimoso juego interior ante ViveMenorca, especialmente en defensa, debe ser uno de los aspectos del juego sevillano que urge de cambio radical, en un equipo que además ha ido perdiendo fuelle en ataque. Para Kakiouzis será un partido especial puesto que se mide por primera vez en el Palau a su ex equipo. El Caja le necesita hoy para dar el golpe.
