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La subida de las temperaturas hace aparecer nubes de pequeños pulgones o moscas blancas

El calor aceleró el ciclo biológico de insectos que, tras su eclosión, se están dispersando.

el 07 may 2014 / 00:43 h.

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ALERGIA-POLENLlegó el calor y, con él, los insectos. Pero si hay algo característico de estos días son las nubes de mosquitos blancos que, en realidad, o son pulgones o son moscas blancas. Esas pequeñas criaturas que pululan por casi todos sitios y que, de pillar desprevenido, se meten en boca, ojos y  nariz. Eso sí, no pican, aunque molestan. José María Molina Rodríguez, biólogo experto en insectos, aseguró a este periódico que esta eclosión de alados se debe al cambio de temperaturas y de presión. En general, el ciclo biológico de estas pequeñas criaturas duran una o dos semanas y se repiten varios ciclos al año. Predominan en temperaturas altas y suaves y disminuyen cuando empieza el verano para rebrotar en otoño, de forma general, según explica  Molina. Hay dos tipos de pulgones, los que afectan a las plantas y que no tienen alas y los que sí las poseen y se dispersan de forma que parece haber batallones de mini mosquitos blancos en el ambiente.  Su ciclo biológico es complejo. Con la subida de las temperaturas durante estos últimos días, se aceleró su ciclo biológico, de ahí que la colonia se haya hecho muy abundante. Y precisamente por este motivo, porque son muchos, ahora se dispersan porque ya no caben en el lugar en el que estaban. Es ley de vida, y de naturaleza. Los pulgones  y las moscas blancas, según Molina Rodríguez, son de la misma suborden de insectos, pero pertenecen a distintas familias. Eso sí, comen lo mismo, la savia de las plantas. La mosca blanca aparece en primavera y se mantiene en verano para rebrotar en otoño, mientras que los pulgones, por lo general, no se mantienen en verano. «Por lo general», recalca el biólogo, puesto que hay multitud de especies de moscas y pulgones y no se puede generalizar. Además, todo depende de la zona en la que vivamos, ya sea en la propia ciudad, en su periferia o en el campo. Lo cierto es que la naturaleza es sabia y está en constante evolución, de ahí que también haya que estar atentos a las especies invasoras. Tras los efectos tan dañinos del picudo rojo en las palmeras, los expertos están ahora alerta por la posible llegada de la mosca drosophila suzukii, muy parecida a la mosca del vinagre pero que pica y pone huevos en el fruto maduro. De ahí que se tema por las cosechas de fresas y frambuesas. Por ahora ya se ha extendido por toda Andalucía, excepto por las provincias de Córdoba y Sevilla. No obstante, los biólogos están casi seguro de que, más tarde o más temprano, también aparecerá esta mosca exótica de ojos rojos, amarillos y anaranjados, por el territorio sevillano.

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