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La superioridad, para el campo

Quedan exactamente tres meses menos un día para que se termine la Liga y el sevillismo espera como agua de mayo, precisamente, el momento en que se acabe este suplicio.

el 13 feb 2012 / 23:27 h.

Negredo se anticipa a Íñigo Martínez.

Suplicio al que se han visto abocados sin comerlo ni beberlo. Visto lo visto, la meta a día de hoy es asegurar la permanencia antes de jugársela en la última jornada en el campo del Espanyol, pues ya se sabe que el caprichoso fútbol suele deparar sorpresas a aquellos que se meten en esos berenjenales cuando estaban llamados al inicio a ser otra cosa. 

Es muy triste, pero es la única realidad de un conjunto increíblemente horrible que a día de hoy es incapaz de ganarle absolutamente a nadie. Para muestra un botón, de los siete que están por debajo de él tras acabar el choque de Anoeta, sólo los dos últimos han sido derrotados por este simulacro de equipo de fútbol que es ahora mismo el Sevilla.

Míchel llegó valiente, ha sido valiente en los entrenamientos, lo fue a la hora de hacer su primera convocatoria y lo ha sido también en la alineación, pero cuando el protagonismo ha vuelto a ser de los futbolistas se diluyó esa valentía y se olvidó el cambio en el banquillo. El Sevilla volvía a ser lo que era con Marcelino, un equipo sin garra, insulso, sin profundidad y con unos errores defensivos que le condenan jornada tras jornada.

El asturiano fue víctima de unos futbolistas a los que no le corre la sangre por las venas y están empeñados en demostrar su peor versión sobre el césped. No es normal que la constante sean los pases fallados, los centros a la nada y los fallos de cobertura. Míchel también será víctima de esto si no se remedia rápido desde las altas esferas. Si no es así, para el verano habrá que hartarse de dar finiquitos a jugadores, y si no, pedir perdón y congraciarse con una afición hastiada.

Ante la falta de patrocinio, el Sevilla ha convertido su camiseta en un tablón reivindicativo. La leyenda de ayer fue en referencia a los insultos franceses en referencia al deporte español. ¿Acierto? ¿Desatino? ¿Fuera de lugar? Da lo mismo, pero para la próxima mejor que graben a fuego en las mentes de los jugadores la última palabra del de hoy. ¡Superioridad!

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