El hermano mayor de la Trinidad, Luis Pérez Estévez, explicó que la talla "no está en condiciones de moverla y de que procesione", lo que "nos ha obligado a tomar la decisión de acometer una intervención urgente" que comenzará "de inmediato". Y todo ello con la intención de que los trabajos puedan estar finalizados antes de la próxima Semana Santa".
El encargado de acometer la restauración será el artista utrerano Sebastián Martínez Zayas, quien señaló que, además de patologías en la policromía, el mayor problema es de tipo estructural, afectando principalmente a las uniones que conectan las distintas piezas que componen la talla. Así, "se está moviendo el 60% de los ensambles, y un 10% ha perdido incluso la adhesión, encontrándose con peligro de que se suelten", por lo que a simple vista pueden observarse con facilidad las grietas que ello provoca en el crucificado. Además, fruto de esto, también están aflorando los elementos metálicos que sujetan la madera repartidos por todo el cuerpo.
