El continuo abaratamiento del petróleo ha llevado a la tasa de inflación española a registrar su primer signo negativo de la historia. Tras caer ocho décimas en marzo, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se colocó en el -0,1%. Esta tendencia seguirá, pero el Gobierno sigue descartando la deflación.
De confirmarse este dato avanzado del IPCA -que mide los precios de forma armonizada con el resto de países de la Eurozona-, y si coincide con la tasa general de inflación (IPC), que se conocerá el próximo 15 de abril, se trataría de la primera caída de los precios desde hace 47 años, ya que los primeros datos homologables corresponden a 1962.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, pidió que se dé a este dato la importancia que tiene, sin quitársela ni exagerarla, y volvió a descartar para España el riesgo de deflación. Así, según explicó el secretario de Estado de Economía, David Vegara, el IPC seguirá registrando tasas negativas "hasta después del verano" por el efecto base del petróleo, lo que no significa, insistió, que vaya a haber deflación -es decir, recesión económica más una bajada generalizada de los precios-. Cuando desaparezca ese impacto, agregó, los porcentajes del IPC dejarán de ser negativos.
La energía es un componente muy importante de la cesta de la compra, y por eso repercute tanto la subida o, como en este caso, bajada del petróleo.
Hace un año, el barril de crudo Brent se situaba en 102,9 dólares y actualmente está a 47,3, de ahí el fuerte efecto que posee sobre la tasa interanual. Un impacto que, según recordó Vegara, aumentará en los próximos meses hasta llegar, si se mantiene la evolución actual, a que la cotización del oro negro sea un 66% inferior a la de un año atrás.
Con los cálculos coinciden los expertos macroeconómicos consultados por Efe, que descartan que en España vaya haber deflación a pesar de reconocer que el dato adelantado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) había sorprendido a todos, ya que preveían que la tasa de inflación no fuese negativa hasta abril o mayo próximos.
Para el analista del Instituto de Estudios Económicos (IEE) Gregorio Izquierdo, la caída de precios hay que analizarla con "cautela" ya que, aunque responde a una "debilidad extrema" del consumo, la causa principal es el ajuste del valor del crudo y de los alimentos, y auguró que a partir del verano se volverán a registrar tasas positivas.
De la misma opinión es María Jesús Fernández, de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), quien dijo que los datos conocidos ayer reflejan que el revés de la demanda se ha "intensificado notablemente" y auguró porcentajes negativos hasta octubre.
Para Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), el -0,1% de marzo "pone de manifiesto un ajuste de precios mayor del previsto", consecuencia del "grave deterioro de la actividad económica en España", y auguró que la inflación española registrará índices rojos durante todo el año.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, señaló que ese descenso era un "dato previsible" que refleja "hasta qué punto la recesión está haciendo mella en la economía española" como consecuencia del "desplome del petróleo, y se preguntó "hasta qué punto" deben mantenerse las políticas públicas para combatir la actual situación económica.
Desde el PP, más pesimismo. El portavoz de Economía de los populares, Cristóbal Montoro, aseguró que las cifras de inflación demuestran que la economía española "no tiene pulso". Para este partido político, sí se puede hablar ya de deflación en nuestro país. "El dato lo certifica".
