El decano de la Facultad de Comunicación de Sevilla, Francisco Sierra, opinó ayer en la Cartuja que la Televisión Digital Terrestre (TDT) es una oportunidad para democratizar el acceso ciudadano a los servicios de información de la que no se ha obtenido provecho en España.
Francisco Sierra, director durante esta semana en la UNIA del curso Sociedad de la Información y desarrollo local, informó de que en el proceso de implantación de esta tecnología los operadores privados ya han anunciado que no van a ofrecer las aplicaciones interactivas que posibiliten herramientas de participación ciudadana tales como la administración en línea, la atención ciudadana o los servicios personalizados.
Con respecto a esta situación Sierra expresó su deseo de que sean los poderes públicos quienes se hagan cargo de ofrecer estos servicios.
Sierra propuso impulsar la formación de mancomunidades para que los consistorios compartan los elevados costes que conllevarán estas aplicaciones interactivas.
En relación al curso que ha dirigido, destacó tres conclusiones principales y mencionó "la falta de espacios de reflexión" para meditar y poner en común las ideas sobre la sociedad de la información, las nuevas tecnologías y el desarrollo local.
En cuanto a las conclusiones, subrayó el papel que deben cumplir los ayuntamientos en sensibilizar y promover el uso de las tecnologías de la información, el nivel limitado en el acceso a las mismas que acentúa el problema de la brecha digital y la reformulación de la idea de ciudadanía. Sobre este último planteamiento, el decano afirmó que "la ciudadanía digital propone otro tipo de relación entre ciudadanos y ayuntamientos que implican el reconocimiento de mayores ámbitos de participación y expresión".
Por su parte, el experto en voto electrónico Jordi Barrat propuso separar el debate sobre el voto electrónico de las demás posibilidades de participación ciudadana surgidas del desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, ya que mezclar ambos temas "puede ser contraproducente", indicó.
"El voto electrónico implica procesos electorales y referendos, por lo que necesita de unas garantías que le dan mucha rigidez formal", dijo Borrat.
El experto apostó por desarrollar experiencias alternativas de participación electrónica antes de implantar el voto para que éste "caiga como fruta madura".
