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La teleasistencia sumará 2.000 nuevos usuarios en los próximos tres meses

El servicio de teleasistencia, de gestión pública en Andalucía, alcanzará los 188.000 usuarios antes de acabar el año y el Gobierno andaluz reivindica que financia el 72% de los gastos de la dependencia

el 02 jul 2014 / 22:55 h.

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La presidenta de la Junta, Susana Díaz, conversa ayer con una usuaria del servicio de teleasistencia. / Raúl Caro (EFE) La presidenta de la Junta, Susana Díaz, conversa ayer con una usuaria del servicio de teleasistencia. / Raúl Caro (EFE) «Carmina, buenos días, ¿cómo está usted? Soy Susana Díaz, la presidenta de la Junta». Al otro lado del aparato hay una señora de 83 años, una de los 186.000 andaluces mayores de 65 años o en situación de dependencia y discapacidad que tienen teleasistencia en Andalucía. La llamada formó parte de las 16.319 diarias que se contabilizan de media. 40 millones desde que arrancó el servicio en 2002. La responsable del Gobierno andaluz recorrió ayer las instalaciones en Sevilla del Servicio Andaluz de Teleasistencia y aprovechó para anunciar, en época de recortes, que 2.000 nuevos usuarios de sumarán a esta línea telefónica en los próximos tres meses, elevando el número total de beneficiarios a 188.000. La promesa es acortar los tiempos de espera para acceder al servicio de seis meses a 17 días. La teleasistencia, que tiene forma de aparato telefónico y botón rojo colgado al cuello para estos miles de andaluces, es un servicio que permite a personas con su autonomía personal limitada quedarse a vivir en casa y no tener que ingresar en un centro. Sin moverse de casa y con solo pulsar ese botón, estas personas conectan directamente, durante las 24 horas del día, con los profesionales de este recurso social. Dan atención ante situaciones de emergencia, pero también respuesta a las demandas sanitarias, apoyo a los cuidadores y compañía a los usuarios. Se acuerdan de felicitar los cumpleaños y saben el número de nietos de quien está al otro lado del hilo telefónico. En realidad, cuentan sus trabajadoras, ninguna pregunta es baladí y todo sirve para detectar situaciones de riesgo o necesidad. El 60% de las llamadas solo piden contacto, ser oídos, mitigar un poco la soledad. El 20% se realizan ante emergencias. Este servicio cuenta en Andalucía con 550 empleados de plantilla, repartidos entre Sevilla y Málaga, y genera en total 670 puestos de trabajo. La sede física sevillana (350 empleados) exhibe muchas mesas enfrentadas, separadas por cristales y profesionales sonrientes con un casco y un micrófono incorporado, que gesticulan, se sonríen y toman notas mientras conversan. Suman este año unas 78.000 horas de conversación. Ocho de cada diez son mujeres. El apoyo técnico corre a cargo de otros 110 empleados, de los que el 72% tienen alguna discapacidad, en una apuesta por la integración, según explicó Salud. El Presupuesto andaluz de 2014 recoge 20 millones de euros para este servicio pero la inversión, defiende el Gobierno, merece la pena no solo por la creación de empleo sino sobre todo porque, por ejemplo, atender a estas personas en residencias multiplicaría los gastos. El ahorro anual se estima en 2,3 millones de euros. Andalucía lo financia a pulmón, sin apoyo del Gobierno central.Es la única comunidad que presta el servicio sin financiación del Estado, según enfatizó ayer Susana Díaz. El 46% de los usuarios nacionales son andaluces. La presidenta de la Junta sacó pecho sobre el gasto social en la comunidad y para ello defendió que este servicio siga creciendo o reduciendo los tiempos de espera «pese al momento de dificultades económicas». Sobre la financiación de la ley de dependencia también tiró la piedra al Gobierno de la nación y subrayó que el 72% de la financiación recae ya en las comunidades. Según un estudio de la Junta, el 40% de las familias se plantearían contratar apoyo sin este servicio, lo que supondría un gasto –según la Consejería de Salud– de hasta 1.950 euros al mes. Es uno de las prestaciones mejor valoradas por los andaluces, con una nota de 9,8 sobre 10. Carmina le dijo a la presidenta que estaba «pendiente de ella». Ella le dio las gracias y le deseó que durara «unos cuantos años más». A estas horas todos los familiares y vecinos de la señora que recibió la llamada ya lo sabrán. Ayer, por el aparatito, la llamó la presidenta.

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