La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirmó ayer que la temperatura media -la resultante de sumar las máximas y las mínimas de cada día- del mes de julio en Sevilla alcanzó su techo histórico con 30,3 grados, según los datos recogidos en la estación meteorológica del aeropuerto de San Pablo. Se trata de la media más alta desde 1951, fecha en la que se empezaron a recoger datos estadísticos.
Desde Aemet, José María Sánchez explica que, aunque no fueron muchas las jornadas en las que se llegó a los 40 grados, la media se elevó sensiblemente debido a que el mes pasado las mínimas fueron muy altas, con una cifra intermedia de 22,8 grados. Esto supone que, de media, todas las noches se estuvo por encima de los 22 grados que los expertos señalan como el límite del umbral del sueño, es decir, la cifra a partir de la cual muchas personas tienen problemas para poder dormir.
Los 30,3 grados del pasado julio tienen su precedente más cercano en el mismo mes de 2006, cuando se registraron 30 grados de media. El año pasado, por su parte, se calcularon 29,5 grados de media en la capital.
Asimismo, el termómetro llegó en la estación meteorológica de Tablada durante julio a los 29,6 grados de media, una temperatura ligeramente inferior a la del aeropuerto pero que superó las de otras capitales de provincia andaluzas, como Córdoba (28,4 grados) y Jaén (28,2). Es decir, que una vez más el valle del Guadalquivir fue la zona de España donde se registraron las cifras más elevadas.
Por lo que respecta al día más caluroso, la cifra más alta se alcanzó el 6 de julio con 41,1 grados, aunque no se llegó al techo de otros años. De hecho, en julio de 2009 la temperatura más elevada fue de 42 grados, por lo que estas cifras están dentro de la horquilla habitual de los últimos años. La máxima histórica se dio en julio de 1995, fecha en la que se alcanzaron los 46,6 grados.
En líneas generales, desde Aemet se subraya que Sevilla estuvo en julio en su línea habitual: temperaturas muy altas y ausencia de lluvias, lo que propició un clima particularmente cálido que provocó una media de temperaturas máximas de 37,7 grados. Tampoco en este aspecto se han sobrepasado otras máximas históricas, como las de julio de 1994 (38,5 grados) o de 2006, cuando se llegó a los 37,8 de media. Es decir, que las responsables de la elevada media final han sido las mínimas, que pusieron bastante difícil el dormir el mes pasado.
