Cultura

La temporada levanta el telón

el 22 feb 2010 / 19:51 h.

Suenan clarines. La celebración del ciclo invernal del coso madrileño de Vistalegre ha anticipado en algunas fechas la apertura de la gran temporada. La experiencia era atractiva sobre el papel, pero faltaba la definitiva prueba del algodón: la respuesta del público. Ya sabemos que desertó en el aperitivo de rejones y que no ha llegado a cubrir un tercio del aforo del coso de Carabanchel en la doble sesión de este fin de semana. La reaparición de Jesulín de Ubrique era el plato fuerte pero, visto lo visto, la expectación era... descriptible.

El caso Jesulín. A escasas horas del paseíllo previsto, saltaba la noticia. Un inoportuno accidente campero impedía que el diestro de Ubrique consumara la cantada reaparición. Paralelamente, Radio Macuto empezaba a lanzar la versión B de la canción. Llovía fuera del coso cubierto, pero también lo hacía dentro de las taquillas. Y aunque sólo son conjeturas, quizá las circunstancias aconsejaron dejar la reaparición para ocasión más propicia antes de quemar las naves y sentenciar un tirón popular al que no se le había tomado el pulso más allá de la atención que despierta el matador en medios extrataurinos.

Esperanzas. En cualquier caso, los dos festejos celebrados arrojaron notas positivas: de un lado, el diapasón artístico de Leandro -sustituto de Jesulín- y de otro, la esperanzadora alternativa del madrileño Javier Cortés. El próximo fin de semana llegan los carteles estrella. Vamos a ver qué pasa esta vez en la taquilla.

A vueltas con Tomás. Las últimas declaraciones de Salvador Boix sobre la ausencia sevillana de José Tomás no tienen desperdicio. El mentor del divino señala que "para la empresa de Sevilla es intocable su enorme margen de beneficio". Y el caso es que a tenor de las palabras del apoderado catalán, Tomás y la empresa Pagés deben tener muchas cosas en común. Para el madrileño también ha sido un imponderable arañar su astronómico margen de ganancias para hacer posible su presencia en el coso del Baratillo cuando todas las constelaciones parecían alineadas. Coincidencias de la vida.

Demagogia taurina. La publicación de los carteles de la temporada sevillana siguen despertando todo tipo de comentarios. Y si el sentir generalizado es de alabanza a la concepción de su corpus central y de reticencias a la preferia, la llamada Asociación de Abonados de Sevilla se ha descolgado diciendo que "la acumulación de figuras facilitará la lidia del toro aborregado". ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar! Aunque la sentencia no merece demasiados comentarios, es momento de recordar que la abrupta puesta de largo de este colectivo no mereció demasiada unanimidad en el mundillo taurino. Y dos acotaciones más. La primera: sólo hay dos tipos de toros, los que embisten y los que no lo hacen. La segunda: a cualquier tipo de espectáculo solamente le dan sentido sus estrellas más rutilantes. En el toreo, las figuras.

Del oro a la plata.
Los efectos de la famosa crisis siguen azotando al planeta de los toros. La drástica reducción de festejos en el segundo circuito ha dejado fuera del tablero de juego a un buen número de novilleros y diestros modestos que deciden cambiar el carnet profesional para convertirse en banderilleros. Las consecuencias: una inflación desmesurada del escalafón de plata que está dejando en el dique seco a muchos y buenos profesionales.
alvarordelmoral@hotmail.com

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