Fay, que dejó al menos 54 muertos a su paso por Haití y la República Dominicana, y otros dos en Jamaica, abandonó ayer Cuba y podría derivar en huracán menor antes de impactar en Florida, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
En Haití, las autoridades cifraron ayer en unos 40 el número de desaparecidos en el suroeste de Haití al hundirse un autobús en el río Glace, cuyas aguas habían crecido por las lluvias ocasionadas por la tormenta.
El director local de Protección Civil, Sylvera Guillaume, explicó que aunque no se conoce el número exacto de pasajeros del autobús accidentado el domingo, 23 personas fueron llevadas al hospital regional de Jeremie para ser atendidas y se estima que unas 40 están desaparecidas.
Ese tipo de vehículos de servicio público tienen capacidad para 64 pasajeros, pero en verano es habitual que viajen en ellos hasta 75 personas.
"Es probable que no podamos encontrar los cadáveres", declaró Guillaume, quien señaló que el Glace es un río "sin salida" y cuyo cauce termina en un precipicio.
En esta zona de Haití el terreno es muy escarpado, por lo que es muy difícil que los servicios de rescate puedan lograr recuperar los cuerpos.
"No hemos encontrado cadáver alguno, por lo que hablamos de desaparecidos", explicó una fuente en la dirección central de Protección Civil en la capital haitiana, Puerto Príncipe.
Equipos de Protección Civil, Cruz Roja y la organización no gubernamental Médicos del Mundo se desplazaron al lugar del accidente para atender a los heridos.
Mientras tanto, la tormenta se dirige hacia Florida donde el gobernador del Estado, Charlie Crist, declaró el sábado el estado de emergencia ante la posibilidad de que el sistema se fortalezca y se convierta en huracán antes de llegar a sus costas.
De las seis tormentas tropicales que se produjeron esta temporada, dos de ellas se transformaron en huracanes.
