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La torre de Cajasol tendrá 3.000 plazas de aparcamiento

"Antes eran ideas, ahora diseños listos para ser construidos". El arquitecto César Pelli presentó ayer nuevos detalles del rascacielos que levantará Cajasol en Puerto Triana. Una torre protegida del sol, no con madera, sino con materiales cerámicos color terracota.
· Fotogalería de la Torre Pelli

el 14 sep 2009 / 21:26 h.

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· Fotogalería de la Torre Pelli

"Antes eran ideas, ahora diseños listos para ser construidos". El arquitecto César Pelli presentó ayer nuevos detalles del rascacielos que levantará Cajasol en Puerto Triana. Una torre protegida del sol, no con madera, sino con materiales cerámicos color terracota. Finalmente tendrá 3.000 plazas de aparcamiento.

Aunque en un principio se barajó una zona de estacionamiento incluso menor, para 2.700 vehículos, la cifra de 3.000 plazas se antoja incluso corta, ya que la caja de ahorros prevé que en su edificio trabajen alrededor de 4.000 personas, mil de ellas empleados de Cajasol. Además, los pronósticos de la entidad financiera apuntan a que el rascacielos recibirá un millón de visitas al año. Por todo ello, los sistemas de transporte públicos serán fundamentales, así como los accesos a una zona ya muy saturada de tráfico.

Según el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, la caja colabora "estrechamente" con el Ayuntamiento para encontrar soluciones de movilidad para esta parte de la Isla de la Cartuja, que se convertirá en foco de atracción turística. De hecho, la torre está diseñada para atraer al ciudadano: estará coronada por un restaurante y un mirador público y los techos de los edificios bajos anexos se convertirán en una zona verde diseñada para el paseo. Tendrá una fuente, difusores de agua, bancos y viseras para la sombra. El objetivo es darle un carácter público a este proyecto empresarial.

Y es que un tercio del edificio (con 43 plantas y 178 metros de alto) se convertirá en la sede operativa de Cajasol (la institucional la mantendrá en la Plaza San Francisco) y dos tercios de la torre (30.000 metros cuadrados) se alquilarán. Más de cien empresas se han interesado ya por arrendar espacio en la torre y, según las previsiones de Cajasol, en total podrían ser 250 las empresas que se instalen allí, sobre todo de servicios y consultorías. Según un estudio, existe una gran demanda de locales de alto standing.

Los responsables de la caja reiteraron ayer que el presupuesto del proyecto se ha "desviado" en 16 millones, por lo que alcanza ya los 313 millones (se incluye la construcción, el coste del suelo, los actos de promoción y los financieros). En un principio, se anunció que la llama "antorcha" costaría 268 millones. Alrededor del 80% será de financiación externa, sobre todo de otras entidades financieras. La idea de Cajasol es amortizar la inversión en unos 20 años.

Tres millones costará la zona para congresos, que incluirá una sala multiusos con capacidad para 800 personas. En principio se situó bajo la torre, pero finalmente se ha optado por construir este espacio para congresos junto a la zona deportiva y la de restauración, esto es, en el área más al norte del solar, junto al edificio que será la nueva sede de la Gerencia de Urbanismo y Emvisesa. Así, será independiente de la torre y "activará la vida del paseo entre el rascacielos y los dos edificios bajos", explicó Pelli.

A este espacio de negocios se accederá directamente desde la plaza pública situada entre los dos edificios que acompañan a la torre y albergará la mencionada sala multiusos, de reuniones, zona expositiva y otras para oficinas, de servicio, sala VIP, almacenes, cuartos técnicos, cafetería...

Otra de las novedades es que César Pelli, el padre de las torres Petronas de Malasia y de la torre de Cristal de Madrid, ha descartado la madera para recubrir el edificio. " No es el material más apropiado en Sevilla", defendió ayer ente los periodistas.

El argentino indicó que en su torre predominarán los colores del ladrillo y la piedra y que se usarán materiales cerámicos para proteger el cristal del rascacielos del sol. "Será una torre muy sevillana", dijo después de añadir que predominará el color terracota o "beige oscuro un poco anaranjado". Por tanto, las celosías exteriores y los parasoles verticales ya no serán de madera, que sí se utilizará para recubrir paredes interiores. Los suelos, por su parte, serán de mármol beige y rojizos. "Será un edificio muy elegante y refinado", apuntó su autor, que ha incluido a petición de la caja una pasarela peatonal entre los dos edificios bajos.

la construcción. El pasado 17 de julio se colocó una simbólica primera piedra de la torre y, desde entonces, se han realizado trabajos de desmontaje del mobiliario urbano que existía en la parcela. A partir de ahora (Cajasol ya dispone de la licencia) se acometerá la construcción de los muros pantalla y la cimentación, un proceso que durará un año.

De hecho, hasta mediados de 2009 no empezará a verse el skyline, que requerirá más de tres años de trabajos. Pulido reiteró ayer que se pretende terminar a finales de 2010 para inaugurarse, como muy tarde, a mediados del año 2011.

Sólo la cimentación es más que compleja: hay que vaciar el recinto y excavar 16 metros. A partir de esta cota se clavarán pantallas de hormigón (de más de un metro de ancho por cuatro de largo) hasta otros 45 metros de profundidad.

César Pelli sostuvo ayer que esta torre es "única" por cuatro motivos: su diseño la protege del sol (con parasoles y celosías), tiene un mirador público en lo más alto ("ningún promotor aceptó antes esta idea", dijo), no ha construido antes un rascacielos con planta elíptica y, sobre todo, "por su emplazamiento, junto al río y Sevilla".

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