El puente del Alamillo de Santiago Calatrava, con su mástil de 140 metros de altura, ha dejado de ser el elemento urbanístico más elevado de Sevilla. La estructura de la torre Pelli ha alcanzado ya la planta 32 y, por tanto, 146,3 metros de altura, según fuentes de la dirección de la obra, siendo ya el punto más alto de la ciudad. El rascacielos sobrepasó hace ya tiempo los 98 metros de la Giralda y, además, se salvó a finales de junio de la amenaza de la Unesco , que planteó incluir el Archivo de Indias, la Catedral y el Alcázar en la lista del Patrimonio Mundial en Peligro por el impacto visual del edificio diseñado por César Pelli.
Según estas fuentes de la dirección de obra, en la actualidad se está construyendo una planta cada ocho días, de ahí que para septiembre esté previsto que la estructura esté completa a falta, eso sí, del remate, que no estará acabado hasta el mes de diciembre.
La razón es que esta última parte del rascacielos que Cajasol-Banca Cívica (en días CaixaBank), que es inclinada, no es de hormigón como el resto de la estructura sino de metal, por lo que la producción en serie de estos momentos se parará para comenzar un nuevo proceso.
Contratos. Por otro lado, la entidad financiera ha adjudicado el nuevo paquete de obras y servicios, la obra civil de las divisiones interiores, los suelos, techos y puertas a la empresa Ferrovial, un contrato por el que el promotor del rascacielos pagará 15,5 millones de euros.Anteriormente ya adjudicó la contratación de los ascensores por nueve millones de euros. En esta adjudicación se incluyen los 13 ascensores de la torre de 178 metros de altura, de los aparcamientos subterráneos y de los dos edificios que se construyen a los pies del rascacielos, los bautizados como edificios podios. En total, en todo el complejo de César Pelli habrá 36 ascensores.
Según la dirección de la obra, sólo queda por adjudicar el paquete de instalaciones eléctricas y mecanismos (iluminación, aire acondicionado, sistemas de control y datos...), que se contratará pronto, y los trabajos de urbanización, que se adjudicarán seguramente a final de año para que no interfieran en las actuales obras.
Los ascensores de la torre estarán instalados en el núcleo, la parte central de la misma, así como las escaleras de emergencia. No obstante, el rascacielos tiene además dos plantas, la 38 y 39, que son "técnicas", es decir, que sólo albergarán depósitos de agua, máquinas de climatización... En total, la torre tendrá 39 plantas sobre rasante y cuatro de aparcamiento subterráneo. De ellas, 35 plantas serán para las oficinas, el restaurante estará en la 36 y el mirador que se ideó con carácter público a 157 metros de altura, en la planta 37.
Así, mientras los trabajos del complejo Puerto Triana avanzan, aún quedan por resolver muchas incógnitas, como si la crisis mermará los planes iniciales para comercializar parte del edificio y cómo se resolverán los problemas de tráfico que podría generar la puesta en marcha de este macroespacio con oficinas, comercios, establecimientos de ocio, zona para congresos y un mirador público que, con toda probabilidad, se convertirá desde el primer día en un gran atractivo turístico para la ciudad.
Desde la entidad financiera promotora del proyecto se remarca que, por ejemplo, la construcción de la nueva pasarela sobre el río "está pagada" al Ayuntamiento, que es el que tiene que construirla.
