Existe la creencia muy arraigada en la sociedad y, lo que es peor, en demasiadas empresas andaluzas de que las mujeres trabajadoras salen más caras a quienes las contrata que sus compañeros masculinos. El derecho de la mujer a ser madre está casi siempre en el centro del argumento que trata de demostrar una hipótesis que hasta ahora no se había estudiado con rigor. Porque, contrariamente a esa creencia, la mujer que trabaja resulta al final bastante más barata al empresario que los trabajadores hombres. Un informe avalado ayer por el consejero de Economía de la Junta hace añicos esa excusa empresarial a la hora de aceptar el trabajo femenino. En él se reconoce que la mujer falta más al trabajo cuando se convierte madre, pero es mucho más fiel a su empresa que el hombre y también cobra menos que el compañero. Hechas las cuentas el resultado destapa que los costes laborales que soporta una empresa contratando a un hombre son superiores a los que debe afrontar cuando contrata a la mujer. Una prueba más que demuestra también en términos puramente economicistas que las empresas deben hacer una profunda reflexión sobre la actual situación en la que el paro femenino duplica prácticamente al masculino en Andalucía. El informe cuestionaría de paso sin pretenderlo las políticas de las administraciones y de la Junta en concreto en materia de subvención al empleo femenino. Si las trabajadoras son más baratas para las empresas tiene sentido relativo que se apoye económicamente a los patronos si contratan mujeres. Aunque inercias históricas aún no superadas hacen necesario que el empleo femenino deba ser aún fomentado con fórmulas eficaces. En todo caso habrá que evolucionar rápido porque Andalucía necesita con urgencia todo el potencial laboral de sus féminas. Precisamente el citado informe de la administración autonómica nace de la necesidad de establecer un diagnóstico real y fiable sobre las verdades y mentiras del empleo femenino. Ya que sólo la participación de todas las mujeres en la vida laboral dará a Andalucía su única oportunidad de converger algún día con Europa. Ahí es nada...
