La última creación del director teatral sevillano Salvador Távora, Flamenco para Traviata, se estrenó ayer en el Lope de Vega con éxito de público.
Hacía ya unos años que el autor de El Cerro del Águila no acudía a este teatro a presentar una obra, y la expectación ha sido máxima. Hasta hoy está en cartel esta libre adaptación de la ópera de Giusseppe Verdi. Se trata de una fusión del flamenco más tradicional y la ópera, donde los fandangos de varios cantaores andaluces toman protagonismo junto al baile de la nieta de Távora, María, y del palaciego El Mistela.
Ambos se meten en la piel de dos enamorados que pertenecen a mundos distintos, ya que el papel de la bailaora es la Traviata, una prostituta. Con esta tragedia, el autor pretende mostrar el submundo que rodeaba a los cantaores de mitad del siglo XX.
