Juan Manuel PIñas, hermano mayor.
Se confirma la tendencia de reducir la estancia de la cofradía en la calle en beneficio del sufrido y abnegado cuerpo de nazarenos. Si hace unos días conocíamos la decisión de la junta de oficiales de la hermandad de la Macarena de llegar antes a casa, ahora es la vecina cofradía de La Trinidad, en la Ronda Histórica, la que ha acordado una medida similar para la estación de penitencia de este Sábado Santo.
La modificación fue aprobada en el cabildo general de salida celebrado al mediodía de ayer en el seno de la corporación trinitaria. Según informó a este periódico su hermano mayor, Juan Manuel Piñas Vázquez, el cortejo modificará su camino de vuelta de la Catedral a la altura de la Puerta Osario. Llegados a Escuelas Pías, la comitiva dejará de pasar por las calles Pinto y Valle para hacerlo por Gallos y Verónica. El motivo de este cambio no es otro que «acortar la vuelta» hasta la Basílica de María Auxiliadora, ya que, según explican desde la hermandad, «se hacía muy larga para los hermanos nazarenos que asumían muchas horas de estación» con entrada del palio pasadas las dos y media de la madrugada.
La cofradía del Sábado Santo está convencida de que «es posible entrar antes» sin dejar de cumplir con la visita a la hermandad de los Gitanos en el antiguo templo del Valle. Ya, partir de este enclave, los casi 1.000 nazarenos de escapulario trinitario proseguirían con su camino habitual hasta casa, tirando por el último tramo de la calle Sol hasta desembocar en la calle Madre Isabel, frente al Beaterio de la Trinidad. De ahí, cruzaría la Ronda Histórica para adentrarse en el arco que conduce al patio salesiano y al templo donde reside esta hermandad. Ello supondrá que el palio de la Virgen de la Esperanza quedará en el interior del templo a las 01.30 horas, una hora antes con respecto al horario que ha mantenido la corporación en estos últimos años.
Pero no será la única novedad que presente la hermandad de la Trinidad este Sábado Santo. El nuevo paso de misterio del Cristo de las Cinco Llagas, obra de los Hermanos Caballero que ya tiene la talla completa, se acrisolará al lucir por los primeros dorados en el frontal del canasto. Estos trabajos se han llevado a cabo en el taller que los Hermanos González tienen en el Parque Empresarial Arte Sacro, en el barrio de San Jerónimo. En un acto simbólico, representantes de la cofradía acudieron a principios de año a este enclave para dar el pistoletazo de salida al dorado de las andas. El anterior mandatario de la hermandad y ejecutor del proyecto de nuevo paso, Félix Lerma, fue uno de los encargados de impregnar la primera lámina de oro en las singulares molduras del canasto.
