sevilla n El área recreativa Isla Margarita, entre Cazalla de la Sierra y San Nicolás del Puerto, en el Parque Natural de la Sierra Norte, fue el lugar elegido el pasado martes para soltar 2.000 alevines de trucha común en el río Rivera del Huesna, dentro del plan impulsado por la Consejería de Medio Ambiente en toda la comunidad autónoma.
El paraje elegido para la repoblación está situado en el tramo superior de su cauce, un espacio acotado con azudes -pequeñas presas- y barreras para que no puedan acceder a él otras especies, como la trucha arco iris y otros peces que conviven en el río. Durante el periodo de introducción queda prohibida la pesca en este tramo del río.
Este proyecto, en el que participa la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), se enmarca dentro de las medidas medioambientales compensatorias por la construcción del pantano de Melonares, si bien el plan de introducción de la trucha común lo está llevando a cabo Medio Ambiente en toda la comunidad autónoma.
En la Sierra Norte está previsto que se suelten en total 10.000 ejemplares con lo que, pese a la alta mortandad prevista por los técnicos, que consideran que pueden llegar a adultos entre el 2% y el 5% de los liberados, se permitirá la recuperación de la especie en la comarca tras más de 50 años de ausencia, según explicaron fuentes de la Junta de Andalucía.
De este modo, antes de su reimplantación se estudió minuciosamente el lugar más idóneo y la especie que mejor se podía adaptar al tipo de agua y a las condiciones térmicas de este río ubicado en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra Norte.
Los estudios llevados a cabo por técnicos de la empresa Hydraena determinaron que la trucha común que mejor se adapta es la que vive en el río Castril de Granada y es de ahí de donde proceden los alevines soltados en el Rivera del Huesna. Junto a su pureza genética y variabilidad, se optó por esta especie porque la extracción de huevos no pone en peligro la población existente en el río de Granada.
Los huevos extraídos allí se llevaron a la piscifactoría del río Borosa, en Cazorla (Jaén), para que eclosionasen.
Sueltas de este tipo se repetirán en varias ocasiones hasta mediados de abril y durante varios años consecutivos hasta lograr que la población de trucha común se estabilice en este río de la Sierra Norte y se desarrolle con normalidad en el lugar.
