La Unión Europea, Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sentarán a los contendientes del conflicto georgiano -Rusia y Georgia- en una mesa de discusiones que se abrirá hoy en Ginebra con el objetivo de iniciar un proceso de arreglo permanente.
Junto a las tres instituciones que copresidirán las discusiones, asistirán los representantes de Moscú y Tiflis, así como de EEUU y de las dos regiones separatistas georgianas y reconocidas como independientes por Rusia -Abjasia y Osetia del Sur.
Los preparativos hasta llegar a esta reunión, que se celebrará en el Palacio de Naciones de Ginebra a puerta cerrada, no han sido fáciles, pues hay muchas reivindicaciones de cada lado. "La idea es comenzar un proceso entre partes que hace sólo dos meses estaban en pleno conflicto armado en el terreno", afirmó una fuente diplomática europea. Desde entonces, Rusia retiró a sus tropas de las "zonas de seguridad" adyacentes a las regiones separatistas pero en territorio georgiano, aunque las mantiene dentro de ellas, por lo que la Unión Europea envió a observadores.
El encuentro de hoy constará de una reunión plenaria formal y de varias reuniones informales de grupos de trabajo, uno de ellos dedicado a la "seguridad y estabilidad" en las regiones del conflicto, y otro sobre los "desplazados y refugiados" y sus necesidades humanitarias.
Nadie ha querido pronunciarse sobre si se abordará la cuestión del reconocimiento internacional de Abjasia y Osetia del Sur como estados independientes, algo que Moscú considera "irrevocable" y que cree es la única forma de garantizar la seguridad.
La idea es abrir un proceso para un arreglo permanente y que estas discusiones se celebren periódicamente cada quince días en Ginebra.
