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La UE buscará con Medvédev un marco de relaciones más pragmático

La UE acordó el viernes con Dmitri Medvédev, empezar a negociar un ambicioso marco de relaciones, en especial energéticas, basado en principios de pragmatismo y transparencia.

el 15 sep 2009 / 07:04 h.

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La UE acordó el viernes con el nuevo presidente ruso, Dmitri Medvédev, empezar a negociar un ambicioso marco de relaciones, en especial energéticas, basado en principios de pragmatismo, transparencia y reciprocidad.

"Hoy podemos declarar oficialmente que comienzan las negociaciones de un nuevo acuerdo estratégico que acercará más a Rusia y a la Unión Europea", declaró Medvédev en la rueda de prensa con la que finalizó la Cumbre bilateral en la que se estrenó como anfitrión.

El nuevo líder ruso, el presidente de turno de la UE, el esloveno Janez Jansa, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, dieron el pistoletazo de salida a las conversaciones, que comenzarán el próximo 4 de julio en Bruselas.

Esta decisión fue definida por todos ellos como uno de los principales resultados de la XXXI Cumbre entre las dos potencias, celebrada hoy en la localidad siberiana de Jantí-Mansiysk, ya que el mero inicio de las conversaciones llevaba más de dos años bloqueado.

Así, a juicio de Janza se trata de un "nuevo comienzo" en el que la UE ha puesto muchas "expectativas", mientras que para Solana "comienza una nueva página", marcada por el sucesor de Vladimir Putin.

Por su parte, Barroso garantizó que la Comisión hará "todo lo que pueda" para acelerar la aprobación del acuerdo.

El nuevo marco para las relaciones bilaterales pretende estar adaptado a la realidad de una UE de veintisiete Estados, y una Rusia más dispuesta a estrechar vínculos comerciales y energéticos con sus vecinos, y a la vez ser capaz de blindar legalmente los intereses de las empresas inversoras.

El anterior acuerdo, que seguirá en vigor por el momento, data de principios de los noventa y su superación había sido vetada por las diferencias entre Moscú y antiguos aliados que ahora le plantean problemas desde la UE, como Polonia y Lituania.

Varsovia cerró la puerta a la negociación durante más de un año a causa del bloqueo ruso a su carne y productos agrícolas, ya que no cumplía, supuestamente, los estándares sanitarios mínimos exigidos.

Después fue Lituania la que elaboró un listado de problemas políticos y energéticos con Rusia, que aparentemente pudieron superarse hace un mes, cuando los Veintisiete dieron el mandato a la Comisión Europea para que empezara las negociaciones.

En aras de una mayor eficacia, el nuevo pacto será "conciso" y no entrará mucho en detalles, pero será completado con acuerdos sectoriales, explicó hoy Medvédev.

Moscú defiende que con este método será más fácil evitar bloqueos como los descritos anteriormente.

Las conversaciones que comenzarán el 4 de julio en Bruselas incluirán aspectos como cooperación política, integración económica, relaciones energéticas, libertad, seguridad, justicia e inmigración.

Es especialmente importante el marco que se adopte para las relaciones energéticas, ya que la UE recibe el 16 por ciento del petróleo y el 20 por ciento del gas que consume de Rusia, que a su vez destina a la Europa comunitaria el 53 por ciento de sus exportaciones de petróleo y el 62 por ciento de las de gas.

A cambio de sus suministros, Rusia también quisiera ver más inversiones europeas en su territorio, pues, de acuerdo con el plan energético nacional, de 2001 a 2020 necesitará de 450.000 a 600.000 millones de euros para renovar su producción y garantizar el 4 ó 5 por ciento de crecimiento económico anual previsto.

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