Los ministros de Energía y Medio Ambiente de la UE intentarán sentar en Sevilla durante este fin de semana las bases para conseguir definitivamente frenar el calentamiento global, tras el fracaso de la cumbre sobre el clima de Copenhague. Todos los expertos apuntan a la necesidad de aplicar políticas que reduzcan los gases un 20%, cantidad mínima fijada aunque a todas luces insuficiente a medio plazo.
España, que ocupa la presidencia de turno la UE durante este semestre, liderará el Consejo informal de ministros de Energía y Medio Ambiente de la UE que tendrá lugar en el Palacio de Exposición y Congresos (Fibes). A primera hora de hoy, el ministro español de Industria, Miguel Sebastián, presidirá la reunión de ministros de Energía de la UE, que debatirá el futuro Plan de Acción Energética 2010-2014 y el Plan Estratégico Europeo de Tecnologías Energéticas.
A este encuentro le seguirá el sábado otra reunión de los ministros europeos de Medio Ambiente, que servirá para estudiar el acuerdo alcanzado en la Cumbre del Clima de Copenhague y tratar de avanzar en la gobernanza ambiental internacional y la cooperación tecnológica. Bajo la presidencia de la ministra española del ramo, Elena Espinosa, los ministros elevarán tras la reunión un documento a la Comisión Europea, que a su vez deberá elaborar un informe para someterlo al análisis final de los estados miembros.
En materia energética, los ministros debatirán los elementos básicos del Plan de Acción 2010-2014 para Europa, documento que recogerá las orientaciones de la política de energía de la UE para los próximos años.
Concretamente, se tratará de fijar los objetivos estratégicos en materia energética -directamente vinculada con el cambio climático- para los próximos cinco años sin perder de vista el horizonte a 2030 o incluso 2050, según avanzó ayer el director general de Política Energética y Minas del Ministerio español de Industria, Antonio Hernández. En esta iniciativa, se mantendrá la apuesta europea por la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, la liberalización de los mercados energéticos y la seguridad del suministro energético.
El encuentro informal de responsables europeos de Medio Ambiente también servirá para analizar las prácticas más innovadoras y eficientes en tecnologías de generación energética bajas en emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales causantes del efecto invernadero y del calentamiento global, para promoverlas en todos los países europeos.
Dentro del plan de trabajo durante los dos días de la cumbre europea, se prestará también atención a tecnologías como la termosolar, la fotovoltaica y la eólica -tanto terrestre como marina-, además del vehículo eléctrico, al que se le quiere dar un fuerte impulso en Europa y acaba de ser objeto de un proyecto piloto de la administración española denominado Movele.
Por su parte, los ministros de Medio Ambiente, con la titular española a la cabeza, Elena Espinosa, intentarán retomar el liderazgo de la UE en la lucha contra el cambio climático y dar continuidad al acuerdo suscrito en la Cumbre de Naciones Unidas que se celebró en Copenhague el pasado mes de diciembre. Los ministros de Medio Ambiente intentarán desarrollar los 12 puntos del acuerdo suscrito en la cumbre danesa, apostar por unos objetivos vinculantes y ambiciosos, y preparar el camino a la próxima cumbre del Clima de la ONU que se celebrará en México a final de año.
Participación. Dentro de los actos paralelos a este consejo, la Presidencia española organizó ayer una jornada que contó con la participación de representantes de la Comisión Europea, de los ministerios de Energía y Medio Ambiente y de organizaciones ecologistas. Entre los ponentes estaban Ismael Aznar, subdirector general de Comercio de Emisiones de Medio Ambiente; Ferrán Tarradellas, portavoz del Comisario de Energía de la Comisión Europea y Alfonso González Finat, vocal asesor de la secretaría de Estado de Energía. Los debates fueron moderados por el jefe de informativos de la Cadena SER en Andalucía, Antonio Yélamo, y por el director de El Correo, Antonio Hernández-Rodicio.
Los ponentes abordaron la necesidad de reducir más de un 20% las emisiones de gases en el año 2020 para frenar el calentamiento global pero recordaron que el objetivo ideal sería lograr una reducción del 80% en 2050 respecto a 1990. Así, Tarradellas, insistió en que las políticas deben dirigirse hacia este objetivo. "El 20% supondrá un ahorro de 100.000 millones de euros al año, una cifra que equivale al presupuesto anual de la UE".
