La Unión Europea (UE) y la ONU esperan recaudar hoy en la Conferencia de Donantes para Somalia al menos 162 millones de euros para un periodo de un año, con el fin de ayudar al nuevo Gobierno a controlar la seguridad del país y atacar así a la piratería. Con estas ayudas, el Gobierno somalí tratará de incrementar su influencia en las regiones controladas por los "señores de la guerra", donde los piratas tienen instaladas muchas de sus bases.
La comunidad internacional también pretende que una mayor presión contribuya a que los jóvenes somalíes desistan de unirse a las bandas criminales que multiplican sus ataques en las aguas del Golfo de Adén, desafiando las misiones militares de la UE, la OTAN o EEUU. La Comisión Europea (CE) ejercerá de anfitriona de la Conferencia, que será copresidida por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, y el presidente de la Unión Africana, Jean Ping.
De los 162 millones de euros, la mayor parte se destinará a la misión de paz de la Unión Africana, que recibirá 103 millones en metálico y otros 35 millones en forma de equipamiento y vehículos. Los otros 24 millones servirán para contratar a 10.000 policías y 6.000 efectivos para las fuerzas de seguridad somalíes, aseguraron ayer fuentes diplomáticas de la UE.
Según explicó el portavoz de la CE Amadeu Altafaj se trata de un "cálculo prudente" que esperan ver superado durante la conferencia. La propia CE, que ya es el mayor donante para Somalia (215 millones entre 2008 y 2013), anunció ayer que se va a comprometer a aportar otros 60 millones de euros.
Según su presidente, José Manuel Durao Barroso, "los recientes actos de piratería son una llamada de advertencia a la comunidad internacional, pero sería un error limitarse a una intervención militar".
