La UE aprobó ayer, por unanimidad, una declaración en la que pide el "fin de la violencia" en el Tíbet, pero descartó presionar a las autoridades chinas con un boicot político a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. España confirma que enviará su representación tradicional al evento deportivo.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea reclamaron el fin de la violencia en la zona y pidieron a China que dialogue con las autoridades tibetanas para resolver la actual crisis. Sin embargo, los Veintisiete no lograron ponerse de acuerdo sobre un posible boicot a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing en represalia por la actuación china. En la declaración pactada por los jefes de la diplomacia comunitaria tras dos días de reunión informal en Eslovenia, que no menciona en ningún momento los JJOO, la UE reitera su "gran preocupación" por los acontecimientos en Tíbet, condena "toda la violencia", y expresa su pésame a las víctimas.
"La Unión Europea no tiene un equipo para competir en los Juegos Olímpicos. Debemos separar el respeto a los derechos humanos y eventos de este tipo", remarcó en rueda de prensa el presidente de turno del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE, el esloveno Dimitrij Rupel, tras presentar la declaración.
Sin embargo, la postura de los socios comunitarios es diferente y mientras Alemania, Polonia y República Checa han anunciado que sus líderes políticos no asistirán a la inauguración de los Juegos de Verano, otros, como España, sí enviarán representación y Francia ha preferido dejar en el aire su decisión.
De hecho, el que será presidente de turno de la UE durante los Juegos, Nicolas Sarkozy, no ha cerrado la puerta a su posible asistencia, aunque fue de los primeros en referirse a un "posible boicot". En su declaración, la UE exige, eso sí, que los detenidos en los disturbios sean tratados conforme a las leyes internacionales y que se respete la libertad de información sobre el conflicto. Los Veintisiete se alinean con los llamamientos del líder espiritual y político de los tibetanos, el Dalai Lama, a favor de la no violencia y de "la autonomía y no independencia" del Tíbet. Apoyan su defensa de un diálogo constructivo dirigido a cuestiones fundamentales como la preservación de la lengua, cultura, religión y tradiciones tibetanas. La declaración asegura también que la UE "continuará prestando toda su atención a los derechos humanos en China".
Desde España. En este debate, el ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, Miguel Ángel Moratinos, precisó que España tiene previsto enviar su "representación tradicional" a la ceremonia de apertura, aunque por el momento no está decidido quiénes integrarán la delegación. Moratinos recalcó que Madrid se opone al boicot político de los Juegos como forma de protesta por la violencia.
En esta coyuntura, China ha incrementado sus esfuerzos con invitaciones al Tíbet, este fin de semana, a quince diplomáticos y a la troika de la UE para que puedan ver las consecuencias de la violencia desatada en Lhasa. A esta visita diplomática a los lugares tibetanos ahora "sellados" al exterior se sumará otra de periodistas extranjeros en los próximos días. Esta reacción del Gobierno chino se produce cuando varios líderes europeos han anunciado que no acudirán el próximo agosto a la inauguración de los Juegos de Verano de Pekín.